Le costó unos seis cuartos, los cuatro de la Fonteta y los dos primeros de ayer en Ilunbe, pero con lo que ha costado llegar hasta aquí, Gipuzkoa GBC no podía despedirse sin asomarse a este primer playoff de la historia del basket en Donostia.

Durante más de 60 minutos, el físico taronja, la calidad de sus estrellas, la mayor permisividad arbitral en las defensas y todos esos detalles que hacen de duelos así partidos especiales, desdibujaron al equipo de Sito Alonso. No obstante, como ya hizo al comienzo de la temporada regular, cuando sumaba tortazos cada partido, los de Ilunbe siguieron confiando en su esencia y, gracias a un gran trabajo en equipo, y a la actuación estelar ayer de su capitán David Doblas, lograron una remontada épica que otorga licencia para soñar con cotas mayores.

Pese a los intentos de Sito Alonso de cambiar la dinámica, primero con la introducción de Neto y Baron en el quinteto inicial, y después forzando una técnica -la primera de toda la temporada-, su equipo arrancó el partido incapaz de desprenderse del bloqueo al que le sometía un Valencia Basket que, sabedor de su mayor banquillo, puso el nivel defensivo muy alto. Mientras en el equipo local seguía sin haber noticias de sus jugadores más desequilibrantes, como Panko, Baron, Salgado o Vidal, en la parte visitante Nando De Colo seguía a lo suyo, esta vez con Markovic asumiendo el rol de Caner Medley.

Solo David Doblas, con dos contundentes mates, parecía dispuesto a contestar a un rival que volvía a mostrarse superior, ya fuera por sus mayores recursos ofensivos, como por su capacidad de esconder las virtudes de uno de los mejores ataques de la competición.

En el segundo parcial, las cosas siguieron por los mismos derroteros, con De Colo, Dean y Markovic martilleando el aro local, y GBC e Ilunbe desesperándose con un criterio arbitral que no terminaban de comprender. Mientras, el equipo necesitó casi cinco minutos para hacer su primera canasta en juego y el MVP, Andy Panko, casi 20 para hacer su primera canasta, con lo que la desventaja al descanso era de 11 puntos (31-42).

La arenga del vestuario surtió efecto y, por mucho que Caner Medley apareciera en escena, que Doblas se pasara de intenso en una falta que le costó la antideportiva, y que Panko siguiera negado en el tiro, GBC volvió a recuperar sensaciones, cerró su aro, comenzó a correr y, de la mano de Salgado y la activación ofensiva de Baron, ganó el primer cuarto de la serie, que no sirvió para acercarse demasiado en el marcador, pero sí sirvió para escenificar el cambio.

Doblas y Neto

La eclosión del verdadero GBC se hizo en el último cuarto, de la mano de unos intensísimos e inspiradísimos Raul Neto y David Doblas. El base, jugando durante varios minutos con Javi Salgado a su lado, le puso ritmo y velocidad al partido, mientras que el pívot cántabro encontró un filón en el interior, donde superó una y otra vez a los interiores valencianos.

Sin embargo, la clave que permitió la remontada que forzó la prórroga estuvo en acertar a elevar la intensidad defensiva al nivel que permitieron los árbitros, encajando solo nueve puntos en el último cuarto.

Panko pudo, desde el tiro libre, evitar la prolongación, pero reservó su mejor nivel para una prórroga en la que Ilunbre cogió moral de cara al martes.