TITIN III-PASCUAL 16

MARTÍNEZ DE IRUJO-MERINO I 22

Aplazado el partido que ayer debían haber disputado en Bilbo los dos últimos campeones manomanistas por enfermedad de Xala, Aspe programó un festival en su guarida de Eibar en el que Juan Martínez de Irujo refrendó que, por muy mal que lo pasara en la primera parte del partido de su debut ante Barriola en ese mismo escenario, el de Ibero está ahora mismo en un estado de frescura, chispa y hambre de pelota como hacía tiempo no había alcanzado.

Acostumbrado a disputar cuando menos un partido a la semana, el parón resultante entre su prematura eliminación del Parejas y este aplazamiento se le ha hecho excesivamente largo, y por ello decidió jugar ayer en cuanto supo que su enfrentamiento con Xala se dilataba una semana más.

Mientras otros pelotaris prefieren guardarse de los focos en los días previos a partidos de entidad como el que le espera el próximo fin de semana ante Xala -por confirmar si el sábado en Bilbo-, Martínez de Irujo prefirió probarse en un partido con público -muy escaso, por cierto-, y hay que admitir que refrendó su candidatura a hacer algo grande en el Manomanista.

De menos a más

Con Merino como zaguero, el de Ibero acusó el cambio de modalidad en los primeros tantos, en los que los veteranos Titín III y Pascual, los dos más mayores del cuadro de Aspe, llegaron a adelantarse 7-2 en el marcador, con Martínez de Irujo cometiendo demasiados errores y con dificultades para encontrar huecos en la cancha.

No obstante, el cuatro veces campeón Manomanista enseguida logró adecuarse a la distancia y, bien secundado por un zaguero que le cubrió bien las espaldas, pronto impuso su golpe y sus remates.

Si el año pasado llegó muy bajo de manos a su enfrentamiento de cuartos de final ante Aimar Olaizola, ahora mismo al delantero de Ibero se le ve muy fresco y su zurda parece haber vuelto a recuperar esa violencia que lo convierte en tan peligroso. Además, físicamente también se le ve fino y con hambre de pelota, otro requisito indispensable para el éxito.

Con chispa en sus golpeos y certero en sus remates, Martínez de Irujo llegó a desesperar a un Titín III al que sacó de sus casillas con varios dos paredes, una jugada no demasiado habitual en el de Ibero pero que demostró también dominar a la perfección. En definitiva, muy buenas sensaciones para el delantero en un test público.