El Ibex pudo terminar por encima de los 6.500 puntos en una sesión de espera ante la reunión de mañana entre Hollande, Merkel, Monti y Rajoy. Con todo, el Ibex acabó a la baja y se desmarcó del resto de plazas europeas. Hoy saldrá desde los 6.524 puntos -nuevo suelo anual de cierre-, después de perder un 0,65%. En el año se hunde ya un 23,84%. Por el contrario, Londres ganó un 0,70%, París, un 0,64%, y Fráncfort, un 0,95%. El sombrío panorama del Estado español se dibujó ayer desde diversos frentes. Así, el ministro de Economía anunció que en el segundo trimestre el PIB se contraerá un 0,3%. Además, colocó en peor posición el futuro de Bankia al advertir que necesita 7.500 millones de euros adicionales para evitar la bancarrota. Y todavía más: Fitch adelanta que la auditoría independiente de la banca española elevará el nivel de mora admitido hasta la fecha, lo que debilitará aún más su posición financiera. Este cuadro deprimente se completa con el aumento de cuatro puntos en el déficit del Estado de 2011, hasta el 8,9%, por la ocultación de los datos reales por parte de comunidades gobernadas por el PP. En este contexto, los bancos y Telefónica tiraron hacia abajo con fuerza. Santander restó un 1,38%, BBVA, un 1,16%, y Telefónica, un 1,04%. Los peores del día fueron BME (-2,88%) y Repsol (-1,39%). En el otro extremo de la lista despuntó Sacyr (+10,55%). Amadeus, Mediaset, ArcelorMittal, Grifols y Técnicas Reunidas se anotaron más de un 2%. En París, Peugeot (+4,67%) lideró los avances, mientras que EDF (-0,68%) sufrió el mayor recorte.