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A la muerte de Robin Gibb le precede un mayo trágico

Sesenta y dos años firmó, sin saberlo, como contrato de vida Robin Gibb. Uno de los músicos más populares bajo la marca Bee Gees y también uno de los artistas más adinerados, aunque sin llegar a las fortunas de figuras como Paul McCartney o Bono.
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Pablo CABEZA | BILBO

El músico más popular de los fallecidos en mayo es Robin Gibb (20-5-2012), al menos, quien labró una carrera más longeva, pero Donna Summer (17-5-2012) es de recuerdo más inmediato y de canción más directa. Sin embargo, no son los únicos que el quinto mes del año añade a su siniestro obituario. El 18 de mayo Peter Jones, exbatería de Crowded House, dejaba los parches para siempre a la edad de 45 años y también por culpa de un cáncer.

La fatídica ruleta decidió que el 13 de mayo era el mejor día para que muriera Donald «Duck» Dunn, bajista de los legendarios Booker T. and the MGs. Esta vez la guadaña llegó de noche, mientras dormía en una cama de Japón, y en plena gira. Donald «Duck» Dunn tocó las cuatro cuerdas con un estilo muy personal, tanto que, al margen de participar en la vida de Booker T. and the MGs, colaboró con Otis Redding, Wilson Pickett, Albert King, Sam & Dave, Eric Clapton, Bob Dylan, John Fogerty... y diez años con los Blues Brothers.

Robin Gibb

La carrera del cantante y compositor Robin Gibb, fallecido a los 62 años tras una larga pelea a muerte con el cáncer, se extendió a lo largo de seis décadas, pero fue el grupo Bee Gees -que formó junto con dos de sus hermanos, Maurice, muerto en 2003 por una dolencia similar a la de Gibb, eran gemelos, y Barry- quien le convirtió en una leyenda de la música, en especial del estilo llamado disco.

Para la mayoría la historia y el éxito de los hermanos Gibb se centra en la época de los setenta y ochenta con éxitos como «Stayin' alive» y «Night fever»; otros recordarán «Massachusetts», «I've gotta get a message to you», «Lonely days» o «How can you mend a broken heart» y los más veteranos no podrán dejar al margen canciones como «New York mining disaster 1941», o «World» y álbumes como «Bee Gees' 1s»(1967), «Horizontal» (1967) «Odessa» (1969), uno de los mejores discos de los sesenta con su carga sicodélica, o «Trafalgar» (1971).

La carrera en solitario de Robin no fue espectacular, pero un puñado de singles consiguieron colocarse entre los primeros puestos de ventas, en especial «Juliet», éxito pleno en la Europa continental y, curiosamente, fracaso en EEUU y Gran Bretaña.

El mismo domingo 20 la familia de Robbin Gibb solicitaba en un breve comunicado «que su privacidad sea respetada en estos momentos tan difíciles».

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