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CRíTICA: «Un feliz acontecimiento»

De la comedia de pareja al drama familiar

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Mikel INSAUSTI

Una de cada cuatro parejas se separan al tener el primer hijo. Es una estadística demoledora sobre la que se asienta la novela de Éliette Abécassis que Rémi Bezançon ha adaptado para el cine, con la colaboración de su mujer Vanessa Portal en la escritura del guión. El autor de «El primer día del resto de tu vida» no podría haberlo hecho solo, porque lo que el libro y la película contienen son las confesiones de una madre primeriza, encarnada con un poder de convicción total por la actriz Louise Bourgoin, que sufre lo indecible durante y después del parto, hasta sumirse en una profunda depresión.

«Un hureux événement» es la más decidida desmitificación de la maternidad que se ha hecho hasta ahora en el cine, y, consecuentemente, va acompañada de una inevitable polémica. A la protagonista la experiencia del primer embarazo y sus consecuencias le cuesta su relación de pareja, aunque todo ello le lleva a una transformación personal que la hace más fuerte. Puede que no estuviera preparada para dar el paso, o que no debiera haber decidido ser madre hasta terminar sus estudios, los cuales le impiden acudir a los cursos de preparación para el parto. Esto último le acarrea la bronca de la comadrona, junto con la de otras personas del entorno, sobre todo familiares que se sienten con derecho a intervenir en el proceso. Y es así como la joven madre se siente invadida en su intimidad, y no solo por la nueva criatura que lleva dentro.

Rémi Bezançon plantea su tercer largometraje con una lógica infalible, al dividirlo en dos partes bien diferenciadas, que van de una primera dominada por el tono de comedia en plenitud sexual a una segunda que da paso al drama del distanciamiento entre la protagonista y el padre de su niña. El bebé en lugar de unirlos termina por provocar la ruptura, una vez que ella ya no se siente tan deseada por su compañero. En los buenos y en los malos momentos siempre suena la canción de Isobel Campbell y Marc Lanegan «Something to Believe».

 

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