Autor de la tesis | David Casamichana Gómez
GPS, la base del entrenador de fútbol del siglo XXI
Una tesis de la UPV ha demostrado la aplicabilidad de los dispositivos GPS en el fútbol. Permiten conocer los desplazamientos de los futbolistas al detalle. Y por tanto, conocer la carga de entrenamiento de un futbolista para después optimizar su preparación.
Jon ADAN
El GPS, además de determinar en todo el mundo la posición de un objeto, una persona, o un vehículo de forma precisa, desde ahora sirve también para que los entrenadores conozcan al detalle el rendimiento de sus futbolistas. Una tesis desarrollada en la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte de la UPV ha demostrado la aplicabilidad y efectividad de los dispositivos GPS en el fútbol, ya que los datos que aporta sirven para evaluar el rendimiento y el estado físico de los jugadores.
El autor de la tesis, el investigador David Casamichana, destaca en un resumen remitido por la UPV que el GPS permite conocer los desplazamientos de los futbolistas «de una manera válida, fiable y efectiva». Su trabajo se titula «La tecnología GPS aplicada a la evaluación del entrenamiento y la competición en fútbol», y ha dado pie a la publicación de varios artículos, entre los que destaca el incluido en la revista «Journal of Sports Science».
Casamichana ha trabajado en este estudio con los jugadores del equipo semiprofesional Rayo Cantabria de Santander, de Tercera División, quienes han utilizado el GPS tanto en entrenamientos como en partidos amistosos, puesto que su uso en competición está prohibido «para no perjudicar a los equipos más pobres». El modelo de GPS utili- zado en el estudio (MinimaxX v.4.0) aporta diez datos por segundo sobre la disposición del jugador que lo lleva incorporado. Las mediciones se realizaron en las temporadas 2009/10 y 2010/11 y fueron utilizados en total nueve dispositivos.
Controlar al futbolista
Así lo explica Casamichana en declaraciones realizadas a GARA: «Nuestro estudio ha sido el primero en estudiar la validez y fiabilidad de estos dispositivos, en indicar que los datos que nos aportan son validos y fiables, ya que los datos que aportaban los primeros modelos se alejaban mucho de la realidad. Una vez conocido esto, lo hemos aplicado a los partidos y entrenamientos».
En cuanto al funcionamiento del GPS, detalla que «el dispositivo se aloja en un pequeño chaleco en la espalda del jugador y mientras realiza la tarea de entrenamiento, a través de un software específico, obtenemos en tiempo real las variables de una serie de datos como la aceleración, la velocidad media y máxima, la distancia recorrida por el jugador...», explica.
El sistema también ofrece otros datos más específico, como por ejemplo la velocidad instantánea que lleva el jugador, la distancia recorrida acumulada o la distancia recorrida en diferentes categorías de velocidad. «Con este sistema tenemos la opción de indicar las variables que nosotros previamente queremos conocer del jugador», amplía Casamichana. Además de esa información, el GPS indica también la posición, la distancia y el tiempo que tarda el jugador en realizar una determinada acción.
Otra de las principales novedades del sistema es el acelerómetro del que dispone este dispositivo, y que mide la aceleración de los movimientos que realiza el futbolista en tres planos diferentes: las carreras, los giros y los saltos. Es un aspecto que el tribunal de la UPV valoró «muy positivamente». Por otro lado, el estudio incluye también una comparativa entre entrenamientos y partidos amistosos; según todas las variables analizadas, la intensidad empleada por el futbolista es muy superior en los segundos.
Por ello, para el autor de la tesis, una de las informaciones más interesantes obtenidas del uso del GPS consiste en conocer qué ocurre realmente durante la competición y compararlo con el trabajo que se realiza en la preparación. Añade que esto es muy relevante por la corriente actual de los entrenamientos de fútbol en espacios reducidos, ya que permite complementarlos con otro tipo de trabajo para simular la situación real en competición. «Durante los entrenamientos se sprinta menos y el ritmo empleado por el futbolista es menor que en los partidos. Por eso intentamos que la preparación se asemeje a la competición», explica David.
Defensas, medios y delanteros
La investigación recoge también el perfil físico de los jugadores en función de su demarcación en el campo. En base a los datos obtenidos, los defensas centrales y los delanteros centro son los que menor distancia recorren, al contrario que los centrocampistas. Pero en cuanto a la distancia recorrida a la máxima velocidad, son los centrocampistas los que están en la cola. En la banda es donde mas acciones de máxima velocidad se realizan, y los mediapuntas dominan en cuanto a número de aceleraciones y acciones de alta intensidad.
El objetivo del estudio es el siguiente, según Casamichana: »Pretendemos conocer la carga que estamos imponiendo a nuestros futbolistas para poder actuar y buscar optimizar su preparación física». Para ello, considera importante tener en el cuerpo técnico un equipo de preparadores físicos altamente cualificados. «El GPS nos aporta una cantidad de datos muy alta y lo importante es tener personal cualificado dentro del cuerpo técnico que sepa seleccionar los datos más determinantes, para una vez analizados controlar, o en su caso modificar, la carga impuesta al futbolista».
El sistema permite a la vez valorar la calidad del entrenamiento realizado. «Gracias al dispositivo comprobamos si se cumplen o no los objetivos previamente diseñados en un entrenamiento. Si no se cumplen, se realizan modificaciones en la tarea o a su vez se programa un trabajo específico con los jugadores que no hayan cumplido el objetivo», explica David Casamichana.
En definitiva, se trata de tener un control sobre el futbolista, y en función de los datos obtenidos, optimizar su preparación. Y todo, a partir de un GPS.