AI acusa a Siria de «crímenes contra la humanidad»
El informe anual de 2011 de la organización no gubernamental Amnistía Internacional acusa al régimen sirio de «crimenes contra la humanidad». La organización recoge los testimonios de detenidos que narran torturas durante la incomunicación y de familiares de detenidos a quienes el régimen ha devuelto los cadáveres de sus allegados con signos de violencia. El documento también critica a la ONU y las reformas del presidente Bashar al-Assad.
GARA | DAMASCO
Amnistía Internacional, organización de defensa de los derechos humanos, acusó ayer al régimen del presidente sirio Bashar al-Assad, de torturar y matar a los detenidos y manifestantes pacíficos, actos que constituyen crímenes de la humanidad.
En su informe anual de 2011 recién publicado, Amnistía Internacional detalla como las tropas desplegaron sus tanques en zonas residenciales, mataron a manifestantes pacíficos y encarcelaron a miles más, torturándolos e incomunicándolos.
«El tipo y la escala de violencia practicada por el Estado podrían constituir crímenes contra la humanidad» juzga la ONG.
El informe da cuenta de varios ejemplos, entre ellos el de un hombre no identificado de Banias (oeste del país), que fue detenido durante tres días durante los cuales fue golpeado, desnudado y obligado a «lamer su propia sangre en el suelo».
En Homs (centro), continúa el informe, «el cuerpo de Tarek Ziad Abd al-Qaeda, quien fue detenido el 29 de abril de 2011, fue devuelto a su familia en junio con quemaduras producidas por la aplicación de electrodos, así como «rastros visiblemente causados por golpes de látigo y cuchillos y una parte de su cabello arrancado».
Amnistía Internacional también criticó el intento del régimen de acallar las protestas, citando el caso del pianista Malek Jandali, instalado en Estados Unidos, y cuyos padres «fueron golpeados en su casa de Homs» después de que su hijo mostrase su rechazo al régimen desde EEUU.
Pero, según la ONG, la represión también afecta a los menores de edad, como es el caso de Mohamed al-Moulaa Issa, de 14 años y de Deir Ezzor (este), que murió a tiros a manos de las Fuerzas Armadas porque se negó a participar en una manifestación prorrégimen.
La organización en defensa de los derechos humanos también condenó la actitud del poder que «no llevó a cabo una investigación independiente sobre los homicidios ilegítimos, torturas y otras violaciones graves de derechos» mientras Damasco se negó recientemente a proporcionar un informe al Comité contra la Tortura de la ONU.
Por otra parte, mientras el Consejo de Seguridad de la ONU ordenó a la Corte Penal Internacional que abriera un expediente al líder libio Muammar Gaddafi, antes de su inchamiento en octubre tras ocho meses de revuelta popular que se transformó en conflicto armado, no se ha dado ningún paso similar respecto a Bashar al-Assad. Y esto a pesar de «las pruebas reunidas sobre que las fuerzas del régimen cometen crímenes contra la humanidad» dijo la organización.
Sin embargo, la ONU afirmó en febrero que disponía de una lista de altos cargos sospechosos de «crímenes contra la humanidad» en Siria.
Amnistía Internacional también consideró en su informe insuficiente la serie de reformas iniciadas por el presidente de Siria en 2011 para tratar de responder a los desafíos sin precedente en el país.
Las autoridades han levantado el estado de emergencia, han abolido la Corte Suprema de Seguridad del Estado, han concedido la ciudadanía a algunos kurdos y en agosto apoyaron leyes «que cubren a los nuevos partidos políticos, a las elecciones y a los medios de comunicación».
Aunque estas reformas constituyen un paso adelante, las leyes no tienen como objetivo «garantizar la libertad de expresión y de asociación» subrayó.
Desde la sublevación más de 12.000 personas han muerto.
Amnistía Internacional critica en su informe anual la incapacidad de la ONU para detener la violencia en Siria y dice que el Consejo de Seguridad de la ONU ha fracasado y que es cada vez «más inadecuado».
Tres conductores de camiones iraníes y un grupo de peregrinos chiíes libaneses fueron secuestrados entre el lunes y el martes en Siria por «grupos armados de la oposición» según la agencia oficial de noticias.
Los tres conductores, identificados como Morteza Adeli, Hossein Alinejad y Esmail Zeinali, fueron secuestrados mientras trasladaban material no identificado a Siria desde Irán. En total, desde marzo de 2011, una treintena de trabajadores y peregrinos iraníes han sido secuestrados en Siria.
Por otra parte, el martes un grupo de peregrinos chiíes libaneses fueron secuestrados. En total fueron trece los secuestrados al parecer por rebeldes armados aunque el Ejército Sirio Libre se desmarcó.
El líder del movimiento chií Hizbullah, Hassan Nasrallah, tuvo que llamar a sus seguidores a la moderación, pues en Líbano la tensión entre pro y anti Bashar al-Assad aumenta por momentos.
El anuncio del secuestro empujó miles de personas a manifestarse en el suburbio meridional, de mayoría chií, de Beirut para pedir la liberación de los peregrinos, bloqueando varios carreteras, particularmente el antiguo camino que lleva al aeropuerto, quemando neumáticos y contenedores de basura. Los caminos fueron desbloqueados al final de tarde.
«Llamo a la ciudadanía a actuar con moderación, nadie debe participar en actos individuales de bloqueo de carreteras o cometer actos de violencia» pidió el líder de Hizbullah. «Se han establecido contactos con las autoridades sirias y de otros países influyentes en la región para asegurar su liberación», terminó. GARA