Las bolsas encajaron con pérdidas severas las especulaciones sobre la salida de Grecia del euro, cada vez más cercana después de que el exprimer ministro griego, Lucas Papademos, revelara la existencia de planes para llevarla a cabo. Estas declaraciones aumentaban el pesimismo generado con anterioridad por el líder de la coalición de izquierdas Syriza, Alexis Tsipras, cuando reafirmaba su intención de permanecer en el euro, pero con condiciones diferentes a las exigidas hasta la fecha, lo que contrasta radicalmente con la postura de Bruselas. Estas informaciones dejaron en nada ayer la esperanza de un cambio de mensaje a favor del crecimiento y una relajación de las medidas de austeridad. También quedó en segundo plano la posibilidad de que el BCE tome una presencia más activa en la lucha contra el encarecimiento de la financiación de los estados. Por tanto, la desconfianza, creciente y en diferentes ámbitos, destrozó a todos los índices europeos desde el comienzo. El Ibex se hundió un 3,31%, hasta su nuevo mínimo anual de 6.440,50 puntos. En París (-2,62%), Fráncfort (-2,33%) y Londres (-2,53%) las caídas fueron asimismo contundentes. En el Ibex, con todos los valores en rojo, los mayores varapalos fueron para Sacyr (-10,60%) y FCC (-8,36%). Los grandes tampoco tuvieron escapatoria. Así, Telefóni- ca se hundió un 4,90%, y BBVA, un 4,05%, mientras que Iberdrola, Repsol y Santander bajaban más de un 3%. En París, el peor fue Crédit Agricole (-6,31%), mientras Carrefour (+3,41%) lideró a los ganadores animado por una mejora de recomendación.