Varios centenares de personas que fueron evacuadas de Euskal Herria durante la Guerra de 1936 se reunieron ayer en Santurtzi para mantener viva, 75 años después, la memoria «personal y colectiva» de aquellos niños y niñas que se vieron obligados a abandonar a sus familias por culpa del levantamiento militar y la posterior contienda bélica.

Serantes Kultur Aretoa acogió el acto de conmemoración de las evacuaciones a países como Gran Bretaña, Bélgica, el Estado francés o la Unión Soviética que se llevaron a cabo en el año 1937 desde el puerto de Santurtzi.

El acto fue organizado por las asociaciones Niños Evacuados del 37 y Jubilados Evacuados de la Guerra Civil, que este año pondrán fin a sus actividades públicas al considerar que ya han cumplido su objetivo de recuperar y mantener la memoria de aquellos hechos.

Los presidentes de ambas asociaciones, Enrike Urkijo y Vicente Cañada, respectivamente, narraron sus experiencias, tanto la partida bajo la amenaza de los bombardeos como la estancia lejos de sus familias y el retorno a «un país arruinado» en el que hallaron «hambre y persecución» por las ideas políticas de sus progenitores.