Según los datos oficiales del Ministerio español de Sanidad, en 2010 se registraron en Nafarroa 855 abortos, frente a los 689 que hubo un año antes, según explicaron ayer Elena Lakabe y Oihana López, integrantes de la Comisión por el Derecho al Aborto de Nafarroa.

Así, la tasa estatal de abortos es de 11,49 abortos por cada mil mujeres, mientras que en Nafarroa es del 6,92 por mil. «Prácticamente estamos en la mitad», señalaron.

Todos los abortos, excepto cuatro, se realizaron en centros privados, a pesar de que el lugar al que acudieron a informarse estas mujeres fue un centro público en 670 casos (78%).

Junto a ello, 603 abortaron antes de las ocho semanas de gestación y 141 entre la novena y la decimosegunda. «Es decir, el 87,01% interrumpe su embarazo antes de las doce semanas, entrando en el motivo `a libre petición de las mujeres' que se da hasta las catorce semanas», según la legislación vigente.

Asimismo, el 91,57% de los abortos que se practicaron en Nafarroa se realizó a petición de las mujeres. «Las mujeres abortan porque no quieren seguir con el embarazo», destacaron Lakabe y López.

Junto a ello, subrayaron que el 40,99% de las mujeres que abortaron fueron inmigrantes -una tasa notablemente superior a la del porcentaje que suponen en la población- y que de estas el 30,06% son sudamericanas. En este sentido, destacaron que las mujeres latinoamericanas conocer los mecanismos para abortar pero no tienen acceso a los programas de educación sexual.

El 30,18% de los abortos se llevaron a cabo mediante la píldora Ru486. «Recalcamos este dato ya que su aplicación no es quirúrgica sino farmacológica, pudiéndose dar antes de las siete semanas. Desde los Centros de Atención a la Mujer se podría dispensar de una manera sencilla y sin necesidad de ninguna infraestructura específica», destacaron.

Lakabe y López mostraron su rechazo a la modificación legislativa que el PP está impulsando, ya que eliminará el derecho al aborto en las primera catorce semanas actualmente en vigor, «aplicando una nueva ley penalizadora teniendo que alegar causas para poder interrumpir el embarazo», al tiempo que impide a las menores abortar sin el consentimiento de los padres. «Está en jaque nuevamente nuestra capacidad de decisión».