Con la abstención de los representantes jeltzales, la Asamblea del Consorcio de Aguas de Busturialdea aprobó el miércoles un incremento de las tarifas con el que el nuevo equipo gestor, liderado por Iratxe Arriola, edil de Bildu en Ea, pretende dar una salida a la «situación crítica» de la mancomunidad. A partir de julio, la tarifa fija pasará de 4,7 euros a 5,61, igualándose a la establecida por el Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia (CABB) para los consumos domésticos en la mayoría de los municipios vizcainos.

Las nuevas tarifas se ajustan a principios de la directiva europea marco del agua, que penaliza los consumos derrochadores y que busca que se cubra al menos el costo del servicio.

En la ordenanza fiscal que se refrendó también se incluyen una serie de bonificaciones para familias numerosas o la exención de la tasa de saneamiento para los abonados agrícolas.

Junto a esa normativa, se ha renovado completamente la ordenanza de servicio, «que se había quedado obsoleta y no estaba adecuada a la realidad actual», en opinión de Arriola. Asimismo, a través de la tasa de mantenimiento de contadores, se pretende acometer la renovación de un millar de contadores este ejercicio, que se irá ampliando año a año.

La subida del precio del agua se produce después de que la nueva presidenta, con la implicación activa de los trabajadores, acometiese a partir de noviembre un exhaustivo análisis de la situación económica y de gestión del Consorcio. La propia Iratxe Arriola calificó la situación económica de «incierta», ya que los resultados presupuestarios no se ajustaban a la realidad, detectándose un «descontrol» en ciertas partida, como las destinadas a las obras del colector de saneamiento.

En una auditoria encargada a una empresa externa se detectó que en 2007 los gestores del PNV pidieron un crédito de tres millones de euros para construir esa conducción pero ese dinero fue empleado para afrontar gastos generales. La razón era, según los auditores, que los gastos en los últimos seis años -a excepción de 2007 cuando se solicitó el préstamo- han sido superiores a los ingresos. Desde 2006 no se ha aprobado un plan económico financiero de la mancomunidad.

A 31 de diciembre, la deuda del Consorcio de Busturialdea era de 604.124 euros y la «preocupante» falta de liquidez obligó a suscribir un préstamo de 860.000 euros. A ello hay que añadir, tal y como remarcaron desde la entidad, que el Ayuntamiento de Bermeo acumulaba una «altísima» deuda desde el segundo semestre de 2010.