Rodeado por la plana mayor de Bilbao Basket, Jon Arrinda, presidente de la Fundación Bilbao Basket, Gorka Arrinda, máximo accionista del club, y Pedrag Savovic, presidente de Bilbao Basket, y ante la presencia de Katsikaris, Raül López, Roger Grimau y Alex Mumbrú, Marko Banic finalizaba su andadura en Bilbo.

Visiblemente emocionado, el ala-pívot de Zadar se despedía tras siete años en una rueda de prensa en la que no faltaron lágrimas, abrazos ni aplausos.

Banic decía adiós a su casa leyendo una nota mientras a duras penas reprimía el sollozo. «Kaixo, mi querida familia. He tomado la decisión más dura de mi vida, que es la búsqueda de nuevos objetivos, nuevas motivaciones y dar un paso adelante en mi carrera», avanzó.

«Estoy muy orgulloso de todo lo que hicimos juntos en estos siete años. Hemos sentido el sabor de la lucha por no descender y también para pelear por un título. He cumplido todos mis sueños aquí menos levantar el título de campeón. Quiero daros las gracias por vuestro cariño y apoyo incondicional, por cada sonrisa y abrazo que me habéis dado en cada rincón de esta preciosa ciudad, sobre todo para ayudarme a crecer como jugador y como persona», añadió.

«Quiero desear a mi gran familia mucha suerte y que sigan con la misma ilusión y energía positiva que nos llevó hasta aquí. No sé dónde me llevará mi destino, pero siempre me sentiré como un bilbaino más y siempre os llevaré en mi corazón. Eskerrikasko. Beti zurekin egongo naiz», culminó.

Futuro sin definir

Sobre su futuro, Banic aseguraba que «hay intereses, pero nada definido». Añadio que sus mejores momentos los ha vivido pudiendo jugar la Euroliga y «los peores», con la marcha de Txus Vidorreta. «Esa experiencia nos ha hecho mucho más fuertes y más unidos», agregó.

En nombre del club, Gorka Arrinda destacaba que Banic «ha entendido la filosofía del club» y añadía que «si se dan las circunstancias, tiene las puertas abiertas para volver».