final de la copa
Solo un Athletic cien por cien Bielsa saldrá esta noche campeón
Ni arengas, ni alegatos, ni proclamas, ni peroratas. De nada sirvió apelar a los sentimientos ni en Bucarest hace unos días ni en Mestalla hace tres años. Los partidos se ganan en el campo y el Athletic debe esta noche jugarle al todopoderoso Barcelona siendo fiel al estilo de esta temporada y llevándolo a la perfección. Bielsismo en estado puro. Y hoy toca.
ATHLETIC - BARCELONA
Joseba VIVANCO | MADRID
Si no crees que vas a ganar, no tiene sentido salir de la cama cada día, dijo en cierta ocasión un futbolista. El propio José Ángel Iribar, que de disputar finales sabe un rato, reconocía este miércoles que «si no es para ganar, no vamos». Uno recuerda en estos momentos las irrefrenables lágrimas del gran capitán Joseba Etxeberria tras perder aquel partido de Mestalla de hace tres años. «Creíamos que se podía ganar», recuerda tiempo después. Se lo creyeron, estaban convencidos. También hoy, los jóvenes leones de Marcelo Bielsa saltarán al renovado césped del Vicente Calderón convencidos de que pueden salir campeones, por mucho que enfrente esté el mejor equipo del mundo. Primero hay que creer, es verdad, pero como se vio en 2009, además de eso, también hay que jugar, y mucho, porque no solo de fe vive el fútbol. Y esa lección también la hemos aprendido.
Ilusión. A ilusión nadie ganará a este equipo, ni en merecimientos tampoco, ni en aquel 2009 ni ahora. Coraje, garra, casta, entrega, alma, características que junto al balón largo han forjado la centenaria idiosincrasia de este club. Pero esta noche, aun con ser válidas, no serán suficientes. Esta noche hay que jugar al fútbol, rozar la perfección, estar al cien por cien y tener esa pizca de fortuna que siempre acompaña a los campeones. Enfrente está el Barcelona.
En los últimos cuatro años de la era Guardiola, ambos equipos se han enfrentado en un total de 13 ocasiones, con un balance de nueve triunfos azulgranas y cuatro empates. Y por si fuera poco, Leo Messi se siente como en casa en el Calderón. El `10' argentino, Camp Nou al margen, no tiene otro estadio donde se encuentre más cómodo que en el que albergará la final de Copa. Messi ha firmado hasta nueve goles en este escenario.
Cómo jugarle al Barcelona
La épica, la gloria histórica, la apelación a los sentimientos que tantos ríos de tinta hicieron correr no hace mucho en los días previos de la frustrante final europea de Bucarest, de bien poco servirán otra vez como acicate más allá de estimular a una afición de nuevo volcada con el equipo de sus amores.
Los propios jugadores lo han dicho por activa y por pasiva en los últimos días, afrontan el encuentro de hoy libres -eso esperamos- de las tenazas de tanta responsabilidad histórica. Sabiendo lo que tienen detrás, pero sabiendo también a quién tienen delante. Qué mejor que un clavo para sacar otro clavo. Qué mejor que una final para resarcirse de otra final perdida.
Por eso, más allá de las frases grandilocuentes que dan titulares sobre los «once soldados que quiere Bielsa», de lo que hoy se trata es de ser fieles a un estilo de juego, no dejar pensar al Barça y apretarle en lo físico hasta el último aliento, hasta el último esfuerzo. El propio Fernando Llorente hablaba estos días de que «no podemos precipitarnos en los pases, porque esas pérdidas nos hacen daño, y tenemos que estar precavidos. A partir de ahí, hacer una gran presión e intentar hacer un buen partido con el balón».
Presión y ataque
Para su compañero Óscar de Marcos, la clave pasa por «quitarles el balón. Intentar al menos quitárselo, porque si no, tarde o temprano te hacen goles; la opción de jugar como el Chelsea es inviable porque el Barça pierda uno de cada diez partidos». El capitán Iraola es consciente de que «ellos van a intentar meternos en nuestro campo, robarnos toda la posesión, pero nosotros hemos entrenado para jugarles con mucha intensidad, porque no vale solo defender bien sino que hay que crear ocasiones para darles sustos».
Para Ibai Gómez, uno de los que para muchos está llamado a ser un hombre decisivo en esta final, «levantar un 1-0 es muy complicado , pero es que aparte de atacar hay que defender bien, y este equipo como se defiende es atacando». El joven Jon Aurtenetxe lo tiene también claro: «Hay que jugar al cien por cien y no dejarles jugar, si no, es imposible ganar». Y eso por encima de la casta, de la garra.
Reflexiones que nos dan la pista de por dónde puede ir la propuesta futbolística de los rojiblancos ante los de Pep Guardiola. Algunos jugadores han rememorado como el modelo a seguir aquel encuentro liguero de San Mamés de la primera vuelta, donde el Athletic trató de asfixiar físicamente a los azulgrana, donde la presión sea constante y donde, aun sabiendo que ellos tendrán ocasiones de marcar, tú tambien tendrás las tuyas y en ese toma y daca, nadie sabe de qué lado puede caer el partido. El azar que tanto preocupa a Bielsa, matizado por unas mayores probabilidades de derrotar al Barcelona.
Un equipo blaugrana en el que Pinto será el que ponga el cerrojo a los tres palos, con una defensa que se presume la formarán Montoya, Gerard Piqué, Mascherano y Adriano, una sala de máquinas con Sergio Busquets, Xavi e Iniesta, el fijo Leo Messi, el casi seguro Alexis Sánchez y faltará ver quién los acompañará, Fàbregas o Pedro.
En `Can Barça' se ha hablado más estos últimos días del adiós de Pep, los líos de su sustitución por Tito Villanova, de la continuidad o no de Dani Alves, de la ausencia confirmada de David Villa en la Eurocopa y, lo último, de la presentación de la nueva y moderna camiseta del equipo para la próxima temporada. En las ruedas de prensa de los jugadores culés esta semana, la pregunta sobre la final de Copa parecía la excusa ideal para luego preguntar por otros temas.
En Barcelona, ganar o perder esta final no va a significar mucho más que otro título, el enésimo en cuatro años. Ni a Guardiola se le recordará más y mejor si se despide con esta Copa, ni el Barça de la nueva campaña será más arrollador por haberla alzado. Simplemente, será otra muesca más en su currículum.
Quizá por eso, y a diferencia de 2009, adelantarse en el marcador podría ser esta vez decisivo para los leones de Bielsa, un equipo que seguro sabrá gestionar un marcador a favor sin encastillarse por ello en su área, jugando, además, con la incertidumbre que ello pueda generar en un Barça que este año ha estado menos acertado, menos matador. También la fortaleza sicológica puede jugar sus bazas esta noche. Lo mismo que Messi, lo mismo que un deseamos inspirado Llorente. Favorito hay, pero no ganador. Esta noche.