Esto que usted lee hoy está escrito ayer. Por lo tanto ganar y perder es un concepto relativo, a excepción de que hoy es el día en el que la Unión Europea de Radiotelevisión ofrece una burbuja musical con himnos, banderas y «points», que nadie dice ver, pero que después da unos resultados de audiencia bastante considerables. El famoso y siempre poco vilipendiado Festival de Eurovisión es un acontecimiento local de repercusión global. Del Estado español en la UER solo está representada TVE, porque se trata de un organismo que solo reconoce a las televisiones estatales. Quiero decir con ello que cuando no reímos, con ganas y con motivos, de las chapuzas del ente público español, el escarnio podría ser mundial si además estuvieran representadas televisiones como ETB, por poner un ejemplo. O Telemadrid, para poner otro.

En fin, que es un asunto político, que se transforma en un asunto de prestigio o de simple desastre. La cosa, como tantas veces hemos dicho, es que organizar un festival de estas características cuesta mucho dinero. Mucho, quiere decir mucho. Y si se fijan están ganando últimamente países emergentes con mucho petróleo y gas en su subsuelo. Aunque su pedigrí democrático no sea muy grande, su tradición popera sea desconocida y hasta sea muy difícil situarlos en el mapa. La razón es bastante sencilla, quien gana, organiza. Por lo que si hace unas décadas se buscaba las complicidades para conseguir ganar, como hizo la dictadura franquista, ahora, la postura es como mucho quedar bien.

Y eso no es solamente una especulación arbitraria, sino que la propia concursante que va a defender el pabellón español, Pastora Soler, ha confesado que le habían recomendado no ganar porque no hay dinero para organizarlo el año que viene. Después ha rectificado diciendo que era una broma. Y no era una broma. Hecha esta declaración, tiene su futuro asegurado: si no gana, como va a ser, se dirá que ha sido provocado por la cuestión económica. Salir a una competición a no gana debe ser algo fantástico. Lo malo es que si por una casualidad o complot de la prima de reisgo gana, ¿qué dirán? ¿Renunciarán a organizarlo el año próximo?