Nuevas exposiciones en Artium de Gasteiz: Repetición y urgencia
Tras la celebración de su décimo aniversario y del día de los museos, la propuesta de Artium para esta temporada queda en marcha con la inauguración de estas dos exposiciones que, desde distintos puntos de vista, buscan una relación con las ya en curso. Se puede decir que en dicha relación, tensa y flexible, desigual o diversa, según se mire, existe al menos una mirada compleja sobre algunos de los problemas que atañen a la actualidad de las artes visuales.Fito RODRÍGUEZ BORNAETXEA
La propuesta de Plágaro (Gasteiz, 1960) es un buen ejemplo de cómo hacer productiva la perpetua y a veces impostada crisis de la práctica pictórica. Plágaro lleva al límite las posibilidades de su pintura; no se sabe si está a punto de dejar de serlo o lo es más que nunca. No se sabe si su invasión del espacio expositivo es una evasión de los códigos propios de su lenguaje o si la explosión controlada que propone en el ámbito del museo es una implosión de su propia substancia. Se trata de series cada vez más extensas de pinturas alargadas que cobran sentido de módulo y que asumen el gesto pictórico como un mecanismo, como una interrogación directa a la técnica, al discurso y -quizá- a ciertas prerrogativas de la pintura en el contexto del arte actual.
Por un lado, estos cuadros iguales constituyen el léxico de esa contradicción pictórica que parece trasladarnos el autor, mientras que por otro lado sus diferentes modos de instalación, su articulación en el espacio, sugiere una sintaxis en la cual la pintura se explica a sí misma. La experiencia y el acceso a la pintura se ensancha en esta traslación, en este desbordamiento que llega hasta el techo de la sala o que se adapta a las curvas de la estancia sin perder su soporte tradicional: tela en la mayoría de los casos y aluminio en una de las instalaciones.
La amplitud de conceptos como «diferencia» y «repetición», sobre los que se apoya el proyecto pictórico de Plágaro, ha sido tratada desde muy diferentes perspectivas; desde el pensamiento contemporáneo hasta la psicología, estos dos términos se rozan con la idea de representación ofreciéndonos un campo reflexivo tan rico y extenso que el autor ha acabado de un brochazo (repetido) con cualquier atisbo de flojera temática o titubeo. También resulta interesante la puesta en relación de esta exposición con otras dos muestras que tienen lugar en el mismo centro. La vía conceptual que ofrece la propuesta pictórica de Plágaro podría coincidir en algún punto con la decidida apuesta lingüística de Aballí, también proveniente de la pintura, pero sobre todo con el ejercicio de copia y repetición que hace Amondarain del «Guernica» de Picasso en la muestra «Tiempo de urgencia», en donde cuestiona igualmente los conceptos «obra original» y «copia».
Tiempos de urgencias
En esta muestra colectiva el punto de partida se cifra en el encargo por parte de Artium de un presunto «Guernica» bajo la inspiración de los hechos actuales. La intención es dar continuidad a la muestra «Tiempo y urgencia (Guernica)», de José Ramón Amondarain, y reciben el encargo Pilar Albarracín, Daniel García Andújar, Cristina Lucas y Pepo Salazar, artistas con una importante presencia en el panorama actual y que aportan diferentes visiones de la mítica obra de Picasso.
Aquí la perspectiva contemporánea deja de lado el factor pictórico y, aunque mantiene latente la referencia icónica en algunas de las propuestas, son los ecos de la violencia y de la injustica los que se dejan oír con crudeza.
Pilar Albarracín (Sevilla, 1968) se centra en la figura del caballo, cuya presencia en la obra de Picasso resulta central. En «Zaldikoaren heriotza», Albarracín convierte una cabeza de caballo en un objeto inerte y dramático a la luz de una proyección en blanco y negro que muestra el ejercicio de la doma de caballos.
Por su parte, Daniel García Andújar (Alicante, 1966) presenta «Operación Rügen», el nombre que los militares alemanes dieron al bombardeo de Gernika (rügen es castigo en alemán). Una exhaustiva búsqueda de documentos y fotografías cristaliza en esta instalación multimedia, que describe la asimilación histórico mediática de la masacre con profusión de datos y en donde lo documental y lo formal se cruzan constantemente.
En «From the Sky Down», Cristina Lucas (Jaén, 1973) relaciona aquel hecho histórico, todo un precedente de castigo premeditado a la población civil, con ataques similares de épocas más recientes y que se han sucedido sin cesar desde entonces.
La exposición se cierra con una instalación sonora de Pepo Salazar (Gasteiz, 1972): «3rd WW Requiem (Requiem de la 3a Guerra Mundial)». Salazar explora el momento económico y social actual, que, según afirma, «nos está llevando a un devastador proceso de pauperización». Su propuesta es un réquiem por los sistemas sociales y las clases medias, una metáfora del peligro de conflicto social y de una suerte de guerra mundial «sin ofensivas militares, pero con víctimas mortales».
Se trata de series cada vez más extensas de pinturas alargadas que cobran sentido de módulo y que asumen el gesto pictórico como un mecanismo, como una interrogación directa a la técnica.
Estos cuadros iguales constituyen el léxico de una contradicción pictórica que parece trasladarnos el autor. Por otro lado, los diferentes modos de instalación sugieren una sintaxis en la cual la pintura se explica a sí misma.