PRIMERA FEMENINA | Final de Liga
Bajo el dominio azulgrana
Un Barcelona de récord se adjudicó el primer título de Liga de su historia. El Athletic le pisó los talones hasta la última jornada, la Real concluyó la campaña con placidez y Lagunak no pudo respirar hasta el final. La Copa despedirá la temporada el próximo fin de semana.
Amaia U. LASAGABASTER
El mismo año en el que el ciclo triunfal del Barcelona masculino parece llegar a su fin, el equipo de Xavi Llorens amenaza con tiranizar el fútbol femenino. Por primera vez en su historia, el Barcelona se ha adjudicado el título de Liga. En una temporada de récord, empezando por su duración, pero sobre todo por los números del cuadro culé, absolutamente espectaculares. Baste decir que el Athletic ha firmado, probablemente, su mejor campaña, con registros igualmente espléndidos -91 puntos en 34 partidos, una sola derrota, 118 goles...- y, sin embargo, ha tenido que conformarse con la segunda plaza.
Qué decir del resto de equipos que partían entre el puñado de aspirantes a pelear por el título. Espanyol, Rayo, Atlético... Blaugranas y rojiblancas se han movido como auténticas apisonadoras, convirtiendo en una condena el más mínimo signo de irregularidad. Las diferencias lo dejan bien a las claras. El Espanyol, que apenas ha sufrido un mínimo bache, ha terminado a casi veinte puntos del líder; el Rayo, que acusó las bajas y, sobre todo, un inicio de Liga endurecido por la disputa de la Champions, a 24; Levante, Atlético de Madrid y Real Sociedad -que si no al título, sí aspiraban a hacerse con una de las cuatro plazas coperas- rondan o han superado los treinta puntos de diferencia respecto a Barcelona y Athletic. Lo dicho, dos auténticas apisonadoras.
Sobresaliente
Ese choque entre unos números de récord y la segunda plaza complican la valoración de lo sucedido por parte del Athletic. Y es que al gran sabor de boca que ha dejado el rendimiento del equipo, le ha faltado la guinda de la recompensa. Lo resume perfectamente Juan Luis Fuentes. «Se lo suelo comentar a ellas, cuando peleas por algo, no gana el que hace las cosas bien, sino que gana el mejor».
Pese a lo cual, el técnico rojiblanco ha acabado «muy satistecho». Sobre todo porque comenzó la temporada con dosis de incertidumbre que siempre rodea a un nuevo proyecto. «Al principio quería ver cómo se posicionaba el equipo, quería verles, verles trabajar, verles competir... Y desde luego he visto que el equipo está claramente capacitado para conseguir el título. Lo está, los números han sido francamente buenos, lo que pasa es que el Barcelona ha sido un poquito mejor». «Me comentaba una persona -añade- que nos hemos quedado a un solo gol del título. Es cierto, por ejemplo el que nos marcaron allí; si se hubiera empatado, el título sería nuestro. Pero es que cuando la pelea es tan encarnizada, deciden los detalles. Y en este caso han decidido a su favor, pero eso no quiere decir que lo que se ha hecho no haya sido bueno». Tanto como para dar un sobresaliente a la actuación de las suyas. «Es que los números han sido francamente buenos -insiste el entrenador-, extraordinarios. Si hubiésemos conseguido el título sería una temporada de diez, pero sin el título sigue siendo de nueve o nueve y medio porque a nivel de rendimiento lo merece. No solo por una cuestión de números, sino también por el estilo del equipo, que ha sido francamente bueno».
Y aunque al final haya resultado insuficiente para hacerse con el campeonato, Fuentes es optimista de cara al futuro. «Para empezar porque el grupo de trabajo, las jugadoras, los técnicos, el entorno del equipo, es realmente bueno, es un buen grupo para trabajar. También lo son el equipo y el vestuario. Y a nivel competitivo es un grupo con mucha calidad, que compite muy bien, tiene aspiraciones, una mentalidad buenísima. Es un grupo que aspira siempre al máximo y por eso hemos estado donde hemos estado hasta el final». Además, el técnico recuerda que «todas las temporadas son distintas, así que el Barcelona el año que viene no tiene por qué hacerlo igual que éste, tal y como le ha pasado al Rayo, por ejemplo. Nosotras tampoco, nadie lo asegura. Pero tengo claro que éste es un equipo de garantías, con capacidad para optar a todo», subraya.
Por ejemplo, antes de que llegue esa próxima temporada, a la Copa. Una competición tradicionalmente gafada para el Athletic, pero que este año afronta con un plus de motivación. «No cabe duda de que habernos quedado en puertas del título refuerza nuestras ganas. Tenemos claro que no será fácil, es una de esas competiciones en las que puede pasar cualquier cosa, pero vamos con el convencimiento de que podemos lograrlo».
En crecimiento
Un torneo en el que habría querido repetir participación la Real, que iniciaba la temporada con el objetivo de conseguir una de las cuatro plazas coperas. Objetivo relativo porque el nuevo formato ha encarecido considerablemente el precio y los pretendientes eran numerosos. Durante muchas jornadas, el equipo txuriurdin pareció en condiciones de, al menos, estar en la pelea. Un par de tropiezos inesperados acabaron con las opciones de la escuadra donostiarra, que ha concluido la temporada en una, pese a todo, meritoria séptima plaza.
«En realidad desde el club en ningún momento se nos fijó la Copa como objetivo -recuerda José Manuel Etxabe- porque todos éramos muy conscientes de que con el nuevo formato era dificilísimo. Este es un proyecto que mejora y crece cada año y, en ese sentido, creo que el objetivo se ha cumplido». La cuarta plaza, además, tampoco ha quedado demasiado lejos.
Aunque si por algo ha destacado el equipo es por no arrojar la toalla en la recta final de la temporada, cuando, de hecho, ha enlazado su mejor racha del curso pese a no pelear por ninguna meta tangible. «El equipo ha demostrado mucho con eso. Trabajar y competir así hasta el último momento demuestra cómo es este equipo, cómo ha crecido y cómo siente la camiseta de la Real».
Algo que contribuye al optimismo de cara al futuro próximo. «Yo le auguro un gran futuro, no hay más que ver cómo ha acabado esta temporada. Es que además de la línea ascendente que lleva, creo que todavía tiene margen de mejora. Yo soy muy optimista», subraya Etxabe.
Hasta el último suspiro
Curiosamente, en cierta medida, el equipo que ha acabado más abajo es también el que ha cerrado la temporada con mayor satisfacción. Y es que, realmente, Lagunak es el único de los equipos vascos que ha conseguido su objetivo, la permanencia. Tan complicado como para otros puede serlo el título, en una categoría con cada vez más galácticos en liza.
«Hay una diferencia abismal entre unos equipos y otros -admite Rubén Berrogi-. Me parece muy bien que se quiera hacer cada día la competición más exigente, más competitiva, pero tiene que haber medios para todos por igual. Quitando Lagunak, Collerense y poco más, casi todos los equipos tienen detrás un club potente, o una ciudad grande... Peleas contra gigantes, con estructuras totalemente diferentes, en muchos casos prácticamente profesionales, mientras tú tienes que pelear incluso por tener un día el campo entero para entrenar, no te digo nada para fichar...». Tiene su lado bueno, la recompensa «se disfruta mucho más, es mucho más reconfortante cuando lo consigues. Por vivir un día como el del último partido merece la pena, fue una auténtica locura de gente, de ambiente...».
Y no apto para cardíacos porque hasta esa última jornada, el equipo amarillo no pudo certificar la permanencia que, pese a haber firmado una primera vuelta que invitaba al optimismo, se complicó sobremanera tras la pésima racha que llevó a las de Barañain a obtener solo dos puntos en nueve jornadas. «Ha sido muy duro -admite Berrogi-. Todo el año ha sido complicado, con sensaciones nada buenas, problemas internos, el tema económico... Ha habido que esforzarse para convencerse de que era posible. Sobre todo después de esa parte del calendario contra Real, Athletic..., que teníamos justo antes del final, machacamos mucho a las jugadoras para convencerles. Se podía conseguir, pero había que creer en que se podía».
Se pudo y el técnico navarro espera que también se pueda el próximo año. «Por lo menos habrá algo más de margen -se felicita- porque solo bajarán dos. Será complicado, pero yo tengo confianza en que la mayoría de las jugadoras siga y se pueda competir de la mejor manera posible», deseó.
Copa. Barcelona, Athletic, Espanyol y Rayo han ocupado las cuatro primeras plazas, por lo que disputarán la Copa del 8 al 10 de junio en Madrid. Mañana se realizará el sorteo para determinar los emparejamientos.
Relevo. La derrota en la última jornada frente a la Real, junto al triunfo de Lagunak, envía a L'Estartit a Segunda, acompañando a Málaga, Reocín y Olivo. Ascienden a Primera Sevilla y Levante Las Planas.
Goles. Sonia (Barcelona) ha concluido la Liga como máxima goleadora, con 38 dianas. Entre las nuestras, la mejor ha sido Erika (Athletic) con 25. Eunate y Maialen, ambas con 13, han sido las mejores realizadoras de Lagunak y Real.
Seguridad. Sandra Paños (Levante) ha sido la mejor portera de Primera con 0'79 goles encajados por partido. Ainhoa (Athletic) ha ocupado la segunda plaza.
El fin de temporada también supone el adiós de José Manuel Etxabe y Rubén Berrogi. Despedidas de distinto signo porque mientras el primero admite que le habría gustado seguir al frente de la Real, el segundo abandona el banquillo de Lagunak por decisión propia.
A Etxabe no le duelen prendas en reconocer que no se esperaba la decisión del club txuriurdin. «Creo que hemos hecho una buena temporada, el equipo ha seguido creciendo, sobre todo en este último tramo que ha sido buenísimo y, sinceramente, pensaba que podría seguir adelante con el proyecto, que todavía tenía cosas que aportar. Pero desde el club me comunicaron que creen que ha acabado mi ciclo». Pese a la tristeza que le produce tener que hacer las maletas, el técnico solo tiene palabras de «agradecimiento para la Real. Me dio la oportunidad de entrenar en Primera y siempre se lo agradeceré. Siempre llevaré los momentos buenos que he vivido aquí, que son muchísimos más que los malos. Me habría gustado seguir -insiste-, pero ellos han considerado apropiado que sea otra persona la que se haga cargo del equipo, seguro que también les ha costado tomar la decisión, y yo la acepto».
En lo que respecta a su valoración de lo que ha supuesto sentarse en el banquillo de la Real estas tres temporadas -la primera como ayudante de Javi Garmendia y las dos últimas como primer entrenador-, Etxabe se reconoce «satisfecho como experiencia personal y también con el equipo. Yo he aprendido mucho, sobre todo el primer año de la mano de Javi, que sabe mucho, que me enseñó mucho y que se esforzó mucho para que me sintiera a gusto. Y también he crecido con el equipo, al que he intentado transmitir mi pasión por el fútbol, la competitividad y la importancia de creer en las propias posibilidades». «Pero solo ha sido un granito de arena -recalca el técnico- porque ha sido trabajo de todos. Gracias a ese trabajo conjunto, el equipo ha crecido muchísimo a lo largo de estos tres años. Es más competitivo, cree más en sus propias posibilidades, a nivel de juego se siente mucho más cómodo con el balón, llevando la iniciativa... Han sido tres buenas temporadas para todos».
Dos han sido las campañas que ha permanecido al frente de Lagunak Rubén Berrogi, que en su caso ha decidido dejar el banquillo por motivos personales. Trabajo, el inminente nacimiento de su primera hija, pero también el «cansancio por dos años muy duros, sobre todo este último. Necesitaba descansar», explica el técnico, que además lo considera «positivo para el equipo. Creo que no sería bueno para ellas que siguiera y que el cambio les sentará bien».
Berrogi tenía tomada su decisión al margen del resultado final, pero reconoce que se marcha «mucho más tranquilo con el equipo en Primera. Si no, habría sido mucho más duro. Estoy contento de haber dejado al equipo donde se merece». A.U.L.