Iker y Eneko Pou emprenden hoy una nueva aventura con destino al Círculo Polar Ártico, en Canadá, donde esperan escalar nuevas paredes en una latitud apenas frecuentada hasta la fecha por ningún escalador.

Los alaveses presentaron ayer esta nueva expedición que les va a llevar a uno de los lugares más «salvajes, inhóspitos e inaccesibles» del mundo durante al menos un par de meses, según explicó Iker Pou.

El objetivo es «intentar abrir alguna ruta nueva» en Perfection Valley, un lugar «totalmente virgen» del que solo han podido ver algunas «fotos lejanas obtenidas por científicos», y que han caído en sus manos «de pura casualidad», indicó Eneko.

Osos polares con hambre

A las ingratas condiciones meteorológicas que se van a encontrar se suma además el peligro de los osos polares, que durante los meses estivales están en su época de «mayor hambre» del año y para hacer frente a eventuales peligros han incluido entre el material dos rifles.

Las paredes que existen en aquellas latitudes son de «roca y una altura de entre 800 y 1.000 metros», aunque más allá de estos datos básicos no existe información sobre si es factible escalar. «A día de hoy sigue siendo una incógnita», incidió Eneko. El lugar es tan remoto y alejado que desde que accedan al valle helado durante dos meses van a estar aislados hasta el punto de que ni siquiera tienen asegurado un rescate en caso de suceda cualquier imprevisto.

Una vez avanzado el deshielo, a partir del 25 de julio, un barco rompehielos podrá acceder a la zona para poder recoger a los hermanos Pou y emprender la vuelta a Gasteiz prevista para el próximo 3 de agosto.

La expedición la componen un total de siete personas y, además de los hermanos Pou, viajarán al círculo polar el austríaco Hansjörg Auer, el luxemburgués Ben Lepesant, junto a los fotógrafos italianos Riky Felderer y Matteo Moccelin y un cocinero estadounidense.