La incertidumbre sobre la crítica situación de Bankia tras la nacionalización de su matriz, Banco Financiero y de Ahorro (BFA), va in crescendo, fundamentalmente porque el Gobierno español sigue sin dar una respuesta concreta sobre cómo financiará el saneamiento de la entidad. Lo único que parece tener claro Mariano Rajoy es que quiere evitar a toda costa un aumento del déficit y, por consiguiente, un rescate europeo.

Así las cosas, el Ejecutivo de Rajoy estudia las vías para financiar el agujero de 19.000 millones de euros de Bankia, y aunque el propio presidente afirmó ayer que el mecanismo «no está cerrado todavía» la inyección de deuda pública se presenta como opción prioritaria.

No obstante, la coyuntura no parece del todo favorable. Por un lado, cabe destacar que los recursos públicos del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) están a pender de un hilo, con una liquidez disponible para Bankia de 5.300 millones. Por otro lado, la escalada de la prima de riesgo, el diferencial con el bono alemán, que ayer alcanzó los 509 puntos, dificultan la situación.

De momento, y a la espera de que las auditorías públicas encargadas por el Gobierno den a conocer el importe final del agujero de Bankia, Rajoy estudia tres opciones muy similares que contemplan el pago con deuda pública en vez de efectivo. Teniendo en cuenta los 5.300 milllones euros con los que cuenta el FROB, se necesitan alredededor 14.000 para rescatar la entidad.

La primera opción que baraja el Ejecutivo es que sea el Tesoro directamente el que coloque la deuda en los mercados y obtenga el dinero que necesita el FROB para financiar la ampliación de capital de BFA-Bankia. También se contempla la posibilidad de que sea el FROB quien suscriba la emisión del Tesoro y pague con estos títulos. Una tercera opción es que el FROB se endeude con la emisión de sus propios títulos y pague con ellos la ampliación del capital.

Pero las opciones en las que trabaja el Gobierno del PP no están exentas de problemas. Entre otros, se puede citar el límite de endeudamiento del FROB, que asciende a 27.000 millones de euros, de los cuales solo le quedan disponibles 13.000, cantidad inferior a la que necesita Bankia.

La desconfianza, al alza

Al igual que ocurre con las acciones de Bankia -que ayer cayeron un 16,25%-, la desconfianza en torno al sistema financiero español está al alza. De hecho, los expertos advierten de que saltarse el paso de los mercados puede tener consecuencias negativas y aumentar la incertidumbre sobre la deuda en circulación.

También la oposición espera con recelo que se depuren responsabilidades sobre el desaguisado en Bankia. Reclaman transparencia y la creación de una comisión de investigación. Rajoy, sin embargo, sigue negándose por considerarlo «contraproducente». Con lo que sigue sin conocerse la identidad de los responsables del fiasco de Bankia ni los planes exactos del PP para tapar el agujero.