Los familiares de los represaliados aplaudieron ayer el «paso adelante» dado el sábado por el Colectivo de Presas y Presos Políticos Vascos (EPPK). En opinión de Etxerat, la decisión del Colectivo, que apoya el cese definitivo anunciado por ETA, asume el dolor creado por el conflicto y no descarta dar nuevos pasos, nace de un debate «importante» en el que han tomado parte más de 600 personas.

En un comunicado, Etxerat alabó la declaración emitida por EPPK, al tiempo que recordó que «cualquier paso que se dé a favor de nuestros derechos y a favor de los derechos de nuestros familiares y allegados será bienvenido».

A este respecto, exigieron, una vez más, que se cumplan las peticiones de los presos políticos y que se ponga fin a las medidas de «excepción» impuestas por parte de los gobiernos español y francés a los represaliados. «Esta política penitenciaria tiene consecuencias directas para nuestros familiares y también para nosotros», añadió en su nota de prensa.

Asimismo, Etxerat reclamó la puesta en libertad de los presos enfermos; la desaparición de la «cadena perpetua» -vigente en el Estado francés y maquillada bajo la doctrina del Tribunal Supremo español-; y el retorno a Euskal Herria de todos los represaliados.

Por su parte, el portavoz de Alternatiba, Oskar Matute, subrayó que el comunicado de EPPK supone la «certificación definitiva de la existencia de un nuevo tiempo político en Euskal Herria». Además, exigió a los gobiernos implicados el fin de la política penitenciaria vigente.

«Más de lo mismo»

En sentido contrario, el ministro español de Interior, Jorge Fernández Díaz, dijo no haber apreciado ningún gesto nuevo por parte de los presos políticos vascos, ya que afirmó que la reflexión hecha pública por EPPK «es más de lo mismo, no hay nada nuevo».

Fernández, que hizo referencia a una supuesta división en el seno del Colectivo, volvió a indicar que el Gobierno de Rajoy «ni ha negociado, ni negocia, ni negociará con ETA, ni tampoco con sus presos».