Al Assad se aferra al apoyo de Putin para mantener su estrategia
El presidente sirio, Bashar Al Assad se aferra al apoyo de Rusia, que, junto a China, bloquea cualquier intervención para derrocar al régimen sirio, mientras desde la UE y Estados Unidos se habla ya de preparar la transición en Siria. Ayer, el presidente ruso, Vladimir Putin, no respondió cuando el presidente de la UE, Herman Von Rompuy planteó un proceso de transición política en la cumbre UE-Rusia.
GARA | DAMASCO
El presidente ruso, Bashar al Assad, cuenta con mantener el apoyo ruso para combatir la revuelta en Siria. «Mientras tenga el apoyo ruso, siente que va a poder salir» adelante con la estrategia de dureza, según la especialista en Oriente Medio Agnès Levallois. «Assad sabe que puede contar con Putin, le da tranquilidad para continuar reprimiendo a su antojo», añade. El domingo Al Assad dejó claro ante el Parlamento sirio que continuará combatiendo el «terrorismo a cualquier precio».
Este precio puede ser la guerra civil, que todos los actores ven ya muy cerca. Pero también corre el riesgo de perder el apoyo de Moscú, que podría, según Kattar Abu Diab, profesor de la Universidad de París-sur, «abandonarlo sin abandonar el régimen y apostar por una alternativa como la yemení», con la salida del presidente y su clan pero manteniendo el régimen.
Pero el presidente ruso, Vladimir Putin, no deja entrever esta opción, sin siquiuera bajo las presiones occidentales. Después de las visitas a Berlín y París, Putin también abordó el conflicto sirio ayer, en la cumbre entre la Unión Europea (UE) y Rusia en San Petersburgo.
El presidente de la UE, Herman van Rompuy, instó al presidente ruso a superar las diferencias con los países occidentales para evitar la guerra civil en Siria, con el objetivo de una «transición» política.
«La UE y Rusia tienen diferentes enfoques pero estamos plenamente de acuerdo en considerar que el plan Annan ofrece la mejor forma de parar el ciclo de violencia en Siria», declaró Van Rompuy en una rueda de prensa durante la cumbre. Se trata de «evitar la guerra civil y encontrar una solución pacífica y durable», añadió. «Debemos trabajar por el cese inmediato de todo acto de violencia en Siria y por un proceso de transición política», dijo Van Rompuy junto a Putin y al presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Durao Barroso.
Putin no responde
Pero Putin no reaccionó a la propuesta de «transición política». «Hemos discutido los problemas internacionales más importantes, por supuesto la situación en Siria, Irán y Oriente Medio. El debate ha sido fructífero. Obviamente, no siempre estamos de acuerdo en todo», dijo Putin, sin más detalles.
El pasado domingo, la secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, urgió a Rusia a que convenza al régimen sirio para que encamine una transición política que culmine con la salida de Al Assad. Y ayer la Casa Blanca afirmó que «con nuestros socios internacionales, nos concentramos en preparar la transición política en Siria».
El propio enviado de la ONU y la Liga Árabe, Kofi Annan, entrevé ya un fracaso del plan, cuyo alto el fuego es incumplido a diario por las fuerzas del régimen y de la oposicion armada, y sugiere el fin de su mediación. Annan quiere que las grandes potencias hagan valer todo su peso para hacer cumplir su plan, o encontrar un «plan B» para resolver la crisis con Siria, según diplomáticos y expertos. «Como ya le dijo Annan a Al Assad y a otros interlocutores, el plan no está siendo aplicado como debiera por ninguna de las partes. Puede que haya llegado el momento de revisar la situación. La comunidad internacional debe decidir qué medidas puede adoptar para garantizar la aplicación del plan» indicó ayer su portavoz, Ahmad Fawzi.
Al menos nueve personas murieron ayer en Siria, donde tuvieron lugar combates entre el Ejército y la oposición armada en la provincia de Idleb, al noroeste. En los enfrentamientos murieron al menos dos insurgentes, según la oposición que afirmó que siete civiles murieron por disparos de las fuerzas del régimen en las regiones de Alepo, Homs y Hama.
El embajador de China ante la ONU, Li Baodong, afirmó que la mediación de la ONU está «en una encrucijada» tras la matanza de Hula y pidió a la comunidad internacional que muestre su «apoyo inquebrantable», al plan de Annan. El órgano del Partido Comunista Chino, el «Diario del Pueblo», advirtió del caos que produciría «una gran intervención militar occidental».
El presidente ruso, Vladimir Putin, abrió con un frío tono las discusiones con los dirigentes de la UE en San Petersburgo, poniendo sobre la mesa las barreras impuestas a los rusos. «Una verdadera cooperación es imposible mientras haya barreras para los ciudadanos de nuestros países », dijo Putin en referencia a la abolición del régimen de visados que exige Moscú. Los propios periodistas rusos que lo acompañaron a Berlín y a París el viernes tenían visas sólo un día, que caducaban en plena rueda de prensa en la capital francesa: «¿Tenían que levantarse e irse?" , preguntó, irónicamente Putin. Rusia negocia desde hace años la supresión de visas con la zona Schengen, pero la UE ha puesto muchas condiciones, desde la seguridad de los pasaportes al respeto a los derechos humanos. El presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Barroso, señaló que la eliminación de los obstáculos para la circulación de personas era un objetivo compartido. «Rusia y Europa se enfrentan a importantes transformaciones políticas, económicas y sociales. Comienza un nuevo ciclo, que nos da la oportunidad de reflexionar estratégicamente acerca de lo que queremos construir juntos», dijo Putin. GARA
