Raimundo Fitero
Tensiones varias
En los realitys, lo que se propicia, aunque sea forzando demasiado a los participantes son las tensiones sexuales. Y si no se resuelven, mejor. Más audiencia. Cuando una tensión de esta índole se distiende, se acaba el interés, entonces ya se convierte en algo a lo que se llama amor pareja, que entra en otra dimensión comunicativa. De menos tensión en las acumulación de audiencias. Pero cuando las tensiones sexuales se mantiene en un triángulo, en una actitud de libertad absoluta, coyuntural, circunstancial, operativa en el momento en que las feromonas se colocan al frente de la manifestación, encuentran en los propios programas un poco de censura, mucho reproche y excesivos comentarios de un tufo reaccionario que no es saludable.
No obstante, si esas tensiones, salen de los concursantes y llegan a los presentadores o presentadoras, entonces se ha desbordado el río, se convierte en una torrentera y todo puede acabar en el juzgado de guardia, real, ficticio o ético. Mercedes Milá está sobrepasada por su propio bestiario y lleva demasiadas intervenciones que no son solamente de mear fuera de la ducha, del tiesto y del propio discurso emitido durante años, sino que se coloca de protagonista creando tensiones que no parecen que sean de orden sexual, pero sí implican un reproche a personas que sus tensiones sexuales las han solucionado con sencillez, follando, que es la receta clásica para acabar con los malos pensamientos.
Pero a la ciudadanía cuando desde los altos cargos de responsabilidad en la Seguridad Social, recuérdese, la de la caja única, es decir la centralizada hasta más allá del pensamiento jacobino más agudo, habla de «graves tensiones de liquidez», es que el asunto está muy mal. Que indique de que van a tener problemas inmediatos, por lo que tendrán que ir sacando dinero del fondo de reserva, pero que el sistema está asegurado, es repetir el discurso de la mentira piadosa que se convierte en aviso mordaz de una realidad económica que no saben solucionar que nos aterroriza. Vosotros, los banqueros, los políticos basura, los subsecretarios sois los auténticos terroristas sociales.
Esta gente crea tensiones insufribles.