«Nunca subestimes el corazón de un campeón», dijo una vez el entrenador Rudy Tomjanovich, técnico de los míticos Houston Rockets, campeónes de la NBA en 1994 y 1995, bajo la magia de Olajuwon.

Tampoco nadie debiera subestimar nunca el corazón de Kevin Garnett. El ala-pívot de los Celtics, con 26 tantos y 11 rebotes, lideró el triunfo de los «orgullosos verdes» sobre Miami Heat por 90-94 en el quinto partido de la final de la Conferencia Este. La serie se sitúa 2-3 a favor de la franquicia de Massachusetts, que podrá rematarla en su cancha del TD Garden.

Miami Heat no pudo celebrar el regreso de Chris Bosh con victoria, a pesar de los 30 puntos y 13 rebotes de LeBron James y los 27 tantos de Wade. Pese a arrancar muy fuerte, los Celtics se fueron enganchando al duelo y fueron minando a unos Heat que notaron la presión de su favoritismo.

En el último cuarto, dos triples del francés Mickael Pietrus abrieron una leve renta para Boston. Aunque LeBron James volvía a poner la igualada, un triple de Pierce -19 tantos- a 52 segundos, más dos tiros libres de Garnett, decidieron el choque y ponen a los Heat contra las cuerdas.