La primera fase de la campaña que finalizó anoche ha tenido un marcado carácter local debido a que, recién pasadas las elecciones presidenciales, las dos principales fuerzas políticas han optado por no centrarse en una batalla estatal y sobre todo, porque, dada la naturaleza de estos comicios, se prioriza el enfoque local al objeto de visualizar la cercanía de cada candidata o candidato respecto a su circunscripción.

En ello se han aplicado quienes en estas semanas han recorrido su territorio para conectar directamente con los electores. Los encuentros públicos, reuniones o pequeños actos locales se han acompañado de los repartos directos de programas, sea casa por casa, en plazas, mercados o en centros de trabajo. Solo EHBai ha realizado un mitin con el conjunto de sus candidatos; fue en Ezpeleta.

Se ha percibido un esfuerzo especial por parte de los diputados salientes. No en vano los tres -Jean Lassalle, Jean Grenet y Michèle Alliot-Marie- se enfrentan a este reto electoral con unas perspectivas menos halagüeñas que en ocasiones anteriores. En esa carrera, ha destacado el brío del diputado y alcalde de Baiona, Jean Grenet, que ha realizado, seguramente, una de sus campañas sobre el terreno más activas, quizás también debido a que hizo pública su candidatura bastante tarde, justo pasadas las presidenciales.

Estilo clientelista

Alliot-Marie (MAM) ha mostrado, asimismo, un empeño especial pero se ha dirigido mucho a alcaldes y electos de su tendencia política para que le hagan de relé respecto a sus administrados y les trasladen, en el más puro estilo clientelista, la idoneidad de votar por ella para impulsar en París tal o cual proyecto local. Por supuesto, no ha obviado los clásicos buzoneos, entrevistas y la participación en algún debate público para compensar su habitual ausencia.

Al centrista Jean Lassalle, en cambio, se le ha visto u oído bastante en las mesas de debate.

En el campo socialista, seguramente ha sido Frantxua Maitia quien más presencia ha logrado. Colette Capdevielle, la principal rival de Grenet, y Sylviane Alaux, en contienda directa con MAM, han pasado más desapercibidas.

Los candidatos de las otras tendencias han marcado impronta más o menos localmente o en los medios de comunicación, salvo EHBai que, además de una presencia ininterrumpida a pie de calle, ha conjugado el carácter global de su programa para el conjunto del territorio vasco con las propuestas específicas para las cuestiones polémicas de cada circunscripción.

Temas de campaña

Aparte de la crisis y sus consecuencias, es de destacar que casi ningún candidato ha podido soslayar los temas candentes que llevan años presentes en el debate político de Ipar Euskal Herria. Así, la mayoría ha abordado, con más o menos convicción, algunos que hasta hace poco parecían no tener nada que ver con ellos; por ejemplo, el caso de la desaparición y muerte de Jon Anza, la situación de los presos políticos o el proceso de resolución del conflicto.

La reivindicación de un estatus oficial para el euskara, el discutido proyecto de nueva línea del TAV (casi un clásico en todas las campañas electorales) y la creación de una institución propia que englobe a los tres territorios han sido temas estrella en esta campaña.

Mañana se reflejará en las urnas la credibilidad lograda por cada candidato entre los electores, que seguramente los medirán más por sus actos y trayectorias anteriores que por los posicionamientos manifestados durante la campaña.