La dirección de Ferroser, empresa dedicada al mantenimiento industrial que trabaja para Michelin, ha presentado un ERE de suspensión, según explicó el sindicato LAB. Michelin también se encuentra bajo un expediente de regulación de empleo, con lo que la central cree que esta situación ha llevado también a Ferroser a aplicar el ERE.

El sindicato denunció el proceder de la empresa a la hora de aplicar el ERE. Señaló que se ha hecho «precipitadamente, de modo unilateral y cometiendo numerosas irregularidades».

Según explicó, el acuerdo con el comité de empresa «estaba cerca», ya que -según la información facilitada por LAB- solo faltaba acordar un complemento salarial durante los días del ERE. Sin embargo, denunció que «la dirección de la empresa, atenazada por los plazos de aplicación en Michelin, dio por terminado de forma unilateral el período de consultas antes de su finalización».

Notificación por SMS

Además, LAB apuntó que la empresa ha procedido de una manera un tanto irregular, ya que al no contar con la aceptación del comité, presentó el acta de fin del período de consultas firmada por un «testigo».

Añadió que a la hora de aplicar el ERE también se han dado irregularidades. Según informó LAB, en un principio no se informó de forma oficial a la plantilla y se hizo únicamente mediante SMS. Agregó que posteriormente se quiso aplicar de manera retroactiva a varios días antes a la notificación.

Otro aspecto criticado por LAB es «la mala fe» con la que ha actuado la empresa al incluir a personas mayores de 56 años y a quienes no tenían derecho a la prestación por desempleo. Apuntó que el proceder de la empresa «no es sino otro fruto de la reforma laboral impuesta por el Gobierno del PP».

Por otro lado, el sindicato criticó el papel de la Inspección de Trabajo y de la Dirección de Trabajo por haber «facilitado» esa aplicación unilateral. En concreto, censuró que la Dirección de Trabajo haya aceptado un acta de finalización del período de consultas «solo con la firma de un testigo». También rechazó la actuación de la Inspección de Trabajo por admitir «irregularidades de la empresa» rechazando las denuncias del comité.

Ante esta situación, LAB abogó por unos instrumentos legales propios para regular las relaciones laborales. Recalcó que solo mediante la soberanía socioeconómica se podrá avanzar hacia un nuevo modelo que defienda los derechos de los trabajadores.