El Labrit acoge esta tarde uno de esos partidos en el que cualquier despiste, duda o miedo se penaliza con la eliminación, en este caso sin la posibilidad de disputar a Juan Martínez de Irujo la txapela más preciada de la temporada. A estos niveles, tanto Aimar Olaizola como Oinatz Bengoetxea son plenamente conscientes de que cualquier distracción pasa una carísima factura, por lo que deberán arrimarse el máximo posible a su mejor versión.

En el caso de Aimar Olaizola, los miedos provienen del estado de un brazo derecho que, pese a no sufrir rotura alguna, sí que crean molestias que hacen que el de Goizueta, que busca su séptima final, no se sienta cómodo en la cancha. El propio pelotari reconoció el jueves en la elección de material que el suyo es en gran parte un problema sicológico, que su principal preocupación es la de quitarse de encima esos miedos que le crea recordar el calvario por el que tuvo que pasar en 2003, cuando una lesión en la misma zona le hizo pasar un auténtico martirio, después de presentarse a la final ante Patxi Ruiz sin estar plenamente recuperado.

No obstante, si en algo es superior Aimar Olaizola al resto del cuadro profesional es en su mentalidad ganadora y en la confianza en sus posibilidades que demuestra en estas grandes citas, por lo que, si realmente todo se limita a algo mental, no hay duda de que el delantero de Goizueta dará la talla.

La inactividad de Oinatz

En el caso de Oinatz Bengoetxea, sus dudas pueden partir del tiempo que lleva sin disputar un partido en la distancia y la poca actividad vestido de blanco que ha tenido en las últimas fechas. Su único partido del Manomanista data del 18 de mayo, cuando dio cumplida cuenta de Sebastien Gonzalez por 7-22 en Hendaia y en los últimos dos meses apenas ha disputado otros dos partidos por parejas, con una victoria y una derrota, la cosechada la semana pasada en el propio Labrit.

De todos modos, el delantero de Leitza también tiene argumentos, y de peso, para tener confianza en sus posibilidades. Eliminado prematuramente del Parejas, Bengoetxea VI ha tenido mucho tiempo para preparar este Manomanista y lo ha aprovechado bien. Esta misma semana, el director deportivo de Asegarce declaró públicamente que en los entrenamientos ha visto mucho mejor que a Bengoetxea que a Olaizola II, pero todos sabemos que lo que vale es lo que sucede el día del partido.

El propio Oinatz Bengoetxea también ratificó que se encuentra en gran momento de juego, hasta el punto de no rehuir de la comparación de su estado en 2008, cuando terminó calándose la txapela, tras eliminar al propio Aimar Olaizola en cuartos de final en Eibar por 22-12.

Rivales en muchos partidos de empresa, mano a mano solo existe otro precedente más, el de la semifinal del año pasado en Donostia, donde el de Goizueta se tomó la revancha por 22-15, por lo que hoy se romperá ese empate particular.