Faltan noventa minutos, teóricamente los más difíciles, pero la maldición de la Copa no lo parece tanto ahora. Por primera vez en su historia, el Athletic puede adjudicarse el torneo del K.O. Un objetivo que parece mucho más cerca, realmente lo está, tras haber dejado al Barcelona en el camino.

Justamente porque las rojiblancas fueron superiores, pese a algunas fases de sufrimiento, al que esta temporada se ha convertido en su archienemigo. Cierto es que tuvieron que exprimir todas y cada una de sus virtudes para conseguirlo, pero nadie esperaba menos. Desde que el sorteo deparó una semifinal entre las dos mejores escuadras de la Liga, nadie dudaba de que el triunfo, fuera quien fuera su depositario, iba a estar carísimo. Y el premio, a la altura. Porque si tras su reciente victoria liguera, el Barcelona tenía la posibilidad de reeditar título copero y, sobre todo, firmar un doblete histórico que solo Levante y Espanyol han conseguido antes, el reto tampoco carecía de atractivos para las rojiblancas. Históricos, porque a su récord de triunfos en Superliga no le acompaña un solo título copero, pero también competitivos. Casi personales. Y es que la mejor temporada de su historia no ha tenido premio, todavía, para el Athletic. Y la culpa ha sido de un Barcelona galáctico. Poco más hay que decir.

Control

Esa motivación, por ambos lados, se notó desde el pitido inicial. Pero también la tensión derivada de la certeza de que un error equivalía prácticamente a la eliminación, teniendo en cuenta la entidad de ambos rivales. Pese a lo cual, el Athletic estuvo a punto de aprovecharse de uno nada más arrancar el choque, aunque Erika, con todo a su favor, envió el cuero por encima del larguero.

Lo pasaron peor las vascas en esos primeros minutos, con problemas para superar la presión del Barcelona, al que tampoco le faltó demasiado para marcar, con un balón en profundidad para Olga, ante el que se lució Ainhoa. Pero pronto fueron las culés las que empezaron a sufrir. El equipo de Juanlu Fuentes ofreció lo mejor de sí mismo, con mucha seguridad atrás, mucho trabajo arriba y, sobre todo, un despliegue físico impresionante en el centro del campo que secó por completo a su rival. Con Miriam ahogada, al cuadro catalán no le quedó otra que recurrir al balón largo, lo que redujo los problemas para las rojiblancas. Aún así tuvo que jugársela Ainhoa con una salida de tarjeta naranja, para cortar una internada de Sonia, pero las mejores y más numerosas -aunque tampoco demasiadas- llegadas llevaron la firma del Athletic. Que obtuvo su recompensa poco antes del descanso, con una cabalgada de Erika por la derecha, el error de Rafols en el despeje, y la buena colocación de Guru para empujar el 1-0 en el primer palo.

En la reanudación, el equipo de Xavi Llorens hizo lo que le tocaba, reaccionar. Y esta vez a su rival le tocó saber defender, sufrir, aguantar y esperar. Todo lo hizo bien -aunque Ainhoa tuvo que volver a jugársela, evitando esta vez limpiamente la ocasión de Carolina- y volvió a recibir su premio. De manera espectacular, con el zapatazo desde el centro del campo que Flaviano coló por la escuadra.

Quedaba apenas un cuarto de hora y el Barcelona lanzó toda su artillería en busca de la portería rojiblanca. Hasta cuatro ocasiones claras, incluyendo dos palos, firmó en diez minutos. Pero el Athletic aguantó y gracias a eso mañana tiene una cita con la historia.