El programa oficial de los sanfermines de 2012 que presentó ayer el alcalde de Iruñea resulta continuista y mermado por la austeridad que marca la crisis. El modelo que ha seguido UPN de organizar las fiestas a golpe de talonario se ha topado con la dificultad económica, lo que ha llevado a que varios de los escenarios incorporen publicidad y patrocinios para poder continuar con su actividad. Aún así, y aunque se buscan más patrocinadores, el bajón en la calidad de las actuaciones se nota. Este año no viene ningún grupo internacional de renombre y las actuaciones de más peso son de grupos del Estado español, siendo la principal apuesta Macaco. El único aliciente, por tanto, que se puede buscar al programa es que el alcalde y los concejales volverán a emprender la Marcha de Vísperas, con lo que el Riau-riau puede contar de nuevo con los elementos necesarios para tener sabor.

En líneas generales, según expresaron ayer el alcalde, Enrique Maya, y el edil de festejos, Fermín Alonso (que también es el presidente de las juventudes de UPN), lo más destacado del programa oficial es la eliminación de las verbenas en el Paseo Sarasate, que se intentarán compensar ampliando los horarios de las actuaciones en la Plaza de los Burgos y la Plaza de los Fueros. En esta última, se buscará adelantar el inicio de los conciertos para dirigirlos a un público infantil. Sí que llama la atención la ausencia de una actuación marcadamente casposa, ya que este año no vienen ni Manolo Escobar ni Bertín Osborne. En su lugar, y para la verbena de los más mayores, tocará el La Década Prodigiosa.

En cuanto al Riau-riau, el alcalde se mostró convencido de que no habrá incidentes. Desde que fracasara el último intento de recuperar la tradición en 1997 (se canceló en 1993), varias iniciativas habían impulsado un remedo de Riau-riau, en el que faltaba lo más importante, el alcalde y los concejales. El festejo consiste en entorpecer la marcha de los electos. Es más, en 1914 nace con el objetivo de molestar y dificultar el desfile de la corporación desde el Ayuntamiento. El récord llegó en los años ochenta, cuando la corporación tardó unas cinco horas en andar los 500 metros que separan la Plaza del Ayuntamiento de la capilla de San Fermín. El Vals de Astrain sonó 181 veces. Queda por ver qué aguante tendrá el Ayuntamiento actual. De momento, Maya confiaba ayer en que será «gozoso y feliz».

En cifras generales, el Ayuntamiento ha programado 431 actuaciones y tres cuartas partes son musicales. 77 serán de corte infantil, 33 taurinas y 8 de tipo deportivo. Por otro lado, los horarios de los bares serán los mismos que el año pasado y queda por salir el programa popular de Gora Iruñea.