No es que el orden de los factores le importe un carajo a Peter Sagan. Es que el eslovaco es capaz de ganar cualquiera que sea su naturaleza. El corredor de Liquigas se adjudicó ayer la cuarta etapa de la Vuelta a Suiza -188 kilómetros entre Aarberg y Trimbach Olten-, la tercera en su cuenta particular, mostrando una vez más su versatilidad.

Porque, como la víspera, Sagan se impuso al sprint. Pero en Aarberg sacó partido de cierta desorganización en el pelotón y lo sinuoso del último kilómetro, ayer venció en una volatta en toda regla. Larguísima, porque él lo quiso, pero volatta a fin de cuentas. Y volvió a hacerlo con una superioridad insultante, tanta como para levantar los brazos con comodidad pese a tener el resuelo de los galgos en el cogote. Ya son tres victorias en Suiza -además del maillot del líder el primer día- y ya son once esta temporada, lo que le sitúa a solo una de André Greipel, el hombre más laureado de la campaña. De momento. Porque la ronda helvética le ofrecerá todavía dos buenas oportunidades, a la espera de que la contrarreloj del viernes y las dos jornadas de montaña del fin de semana decidan la general.

Al menos si los aventureros no se salen por fin con la suya. Ayer fueron muchos los que volvieron a intentarlo, en una etapa de nuevo marcada por el recorrido sinuoso y, sobre todo, la lluvia incesante. Como consecuencia de ello llegaron a aparecer incluso los nervios entre los hombres fuertes del pelotón, sobre todo en el líder, cuando a unos treinta kilómetros de meta Jakob Fulgsang o Roman Kreuziger tensaron la cuerda.

No obtuvieron mayor fortuna que esa. Como la decena de corredores que se marchaba a mitad de etapa, en el ascenso a Scheltenpass. Entre ellos se encontraba Rubén Pérez. Pero también Dario Cataldo que, con poco más de un minuto perdido en la general, dio al traste con la fuga desde su misma gestación. Movistar no se permitió el más mínimo disgusto y a menos de cuarenta kilómetros el trabajo de caza daba sus frutos. Relativos porque a los primeros valientes les sustituyeron otros. El siempre batallador Norhhaug, al que se unieron Elminger y Van Avermaet, intentaron aprovecharse de las precauciones forzadas por la lluvia. Su esfuerzo también fue inútil. Las locomotoras de los hombres rápidos se pusieron en marcha y redondearon el trabajo con el tiempo suficiente para preparar el sprint. Trabajo en vano, con el campeón de Zilina por allí. Empezaba a lanzarse el sprint cuando Sagan aceleró. Solo se detuvo para levantar los brazos.

A nadie le extrañaría que hoy repitiese porque la quinta etapa es similar a las dos anteriores. 193 kilómetros entre Olten Trimbach y Gansingen, parte de ellos por carreteras sinuosas, media docena de puertos de tercera y la lluvia amenazando con volver a ser torrencial.

Irizar y Zubeldia

Johan Bruyneel deberá realizar todavía cinco descartes en estas dos semanas, pero Markel Irizar y Haimar Zubeldia se encuentran entre los 14 corredores preseleccionados por el equipo Radio Shack para disputar el Tour 2012 que comienza el día 30. Junto a los dos corredores guipuzcoanos, completan la preselección Andy Schleck, Frank Schleck, Fabian Cancellara, Jakob Fuglsang, Tony Gallopin, Linus Gerdemann, Andreas Klöden, Maxime Monfort, Yaroslav Popovych, Gregory Rast, Hayden Roulston y Jens Voigt.