Acusan al gerente de Beretta de tratar de mantener solo la red comercial y las oficinas
Los trabajadores de la empresa Beretta Benelli Ibérica respondieron ayer calificando de «coacción para meter el miedo en el cuerpo» la nota hecha pública el lunes por la dirección en la que les proponía elegir entre el despido de 16 de los 67 empleados o el cierre de la factoría.
GARA |
La dirección de Beretta, empresa dedicada a la fabricación de armas, emitió el lunes un comunicado en el que planteaba a los trabajadores que tienen que elegir entre aceptar el despido de 16 de sus compañeros o el cierre de la planta de la localidad alavesa de Trespuentes.
Los empleados, que se mostraron indignados, salieron ayer al paso de la nota respondiendo, entre otros aspectos, a las denuncias de coacción sobre los no partidarios de la huelga. El comité recuerda que las imágenes están grabadas por las cámaras de la empresa y que todas sus movilizaciones ha sido vigiladas por la Ertzaintza «certificando nuestra correcta actitud». Puntualizan además que los supuestos amenazados son «unos pocos insolidarios, miembros de la dirección».
En su comunicado añaden que «coacción es lo que la empresa nos pretende hacer metiéndonos miedo en el cuerpo incluso para luchar por nuestros puestos y condiciones laborales».
Asimismo, denuncian al gerente, al que acusan de rechazar la aplicación de medidas alternativas para «paliar dichas pérdidas sin destruir puestos de trabajo, única vía que contempla la empresa para garantizar la viabilidad» de la misma. En este sentido, le responsabilizan de «dilatar las negociaciones y aumentar las pérdidas a las que hace referencia, pero ahorrando dinero en salarios».
El comité afirma que sospechan de que las intenciones del gerente pasan por mantener abiertas «únicamente» las oficinas y la red comercial.
Además, los representantes de los trabajadores manifiestan que «todas las decisiones se toman con la conformidad y apoyo de la asamblea, en la que participa toda la plantilla salvo los directivos insolidarios».
Los trabajadores preguntan a la empresa que si pierde 15.000 euros por cada día de huelga, según afirma la dirección, «¿debemos entender que ganaría 15.000 euros al día si entramos a trabajar?».