Horas después de que, en la tarde del martes, la Ertzaintza entrase en el nuevo espacio sociocultural de Uribarri, identificando a 19 personas dentro y fuera de Patakon Gaztetxea, quienes conforman ese movimiento ciudadano ofrecieron una rueda de prensa para denunciar la actuación policial. Rechazaron sin paliativos la intervención violenta de los ertzainas que acudieron, que llegaron a propinar una bofetada en el rostro a un chaval de 14 años y mantuvieron una actitud «provocadora».

«Sin orden de desalojo, entraron de forma agresiva mientras la gente visitaba el edificio o limpiaba con escobas y fregonas», relataron. Criticaron la actitud violenta de los agentes y las amenazas vertidas por ellos «de que cuando quieran pueden venir a desalojar el gaztetxe».

Quienes llevan trabajando cerca de dos semanas en la reforma del viejo edificio industrial, en desuso desde hace décadas, incidieron en el apoyo recabado en este tiempo. Explicaron que un millar de vecinos se ha acercado hasta ese inmueble de la calle Matiko a prestar su apoyo y su ayuda al proyecto. «Es díficil -subrayaron- encontrar a alguna vecina que no vea la necesidad de Patakon».

De ahí que, a la vista del respaldo, pidieron a los dueños del edificio que «muestren voluntad para desbloquear la situación», evitando la criminalización de quienes lo único que desean es contar con un equipamiento sociocultural en Uribarri. No fueron los únicos emplazados, ya que también reclamaron «prudencia» a los responsables del Consistorio, en la medida de que la institución es la responsable de las carencias que existen en el barrio.

La respuesta conseguida el martes a la tarde, cuando un centenar de personas se acercaron hasta el gaztetxe para denunciar la actuación de la Policía autonómica y cortaron la calle como protesta, les lleva a ser optimistas de cara al futuro. «Muchas gracias a los vecinos del barrio, a los bilbainos, a la gente que desde diferentes txokos habéis regalado vuestro apoyo, la fuerza de la razón nos empuja a seguir trabajando», declararon.

Para demostrar el apoyo vecinal, animaron a participar mañana, a las 19.30, en una movilización en apoyo a este proyecto autogestionado, que partirá de la Campa de las Escuelas. «Solo nos asusta el abandono del barrio, no ninguna otra cosa», confesaron quienes minutos antes habían resaltado el buen recibimiento cosechado entre el vecindario y que esperan mantener con más trabajo.