El caso de las escuchas telefónicas ilegales del grupo News International continúa envenenando la política británica con la primera comparecencia judicial de Rebekah Brooks, la reina destronada de los tabloides, y la aparición de fisuras en el seno de la coalición gobernante en torno al futuro del ministro de Cultura, acusado de favoritismo hacia el imperio mediático de Rubert Murdoch.

El primer ministro, David Cameron, reiteró ayer su apoyo a su ministro de Cultura, Jeremy Hunt, acusada de haberse excedido en sus funciones al intervenir en favor de Murdoch en su fallido intento de comprar BSKyB. Cameron rechazó por segunda vez la investigación solicitada por el líder de la oposición laborista, Ed Miliband.

Pero su apoyo incondicional a Hunt ha creado tensiones en el seno de la coalición que los conservadores mantienen con los liberal-demócratas. El líder de estos últimos, Nick Clegg, pidió el martes a sus diputados que se abstuvieran en la votación de ayer de la moción laborista, una abstención que no afectará al resultado de la votación pero sí mina la autoridad de Cameron.

Miliband destacó la ausencia en la bancada del Gobierno de Clegg, que ayer compareció ante la comisión que investiga los lazos entre políticos y los medios de comunicación, ante la que confesó que la prensa le «ignoraba o ridiculizaba» antes de llegar al Gobierno en mayo de 2010.

22 de junio

En cuando al escándalo de las escuchas, Rebekah Brooks, antigua consejera delegada de News International, compareció ayer ante un tribunal de Westmister junto a su marido y a otras cuatro personas -su chófer, su asistente personal, un antiguo responsable de seguridad de News International y un asesor de seguridad- en el marco del proceso abierto contra ellos por supuesta obstrucción a la Justicia y cuya primera vista se celebrará el próximo 22 de junio.

La que fuera mano derecha del magnate Rupert Murdoch está acusada de haber ocultado pruebas a los agentes de Scotland Yard que investigaban los pinchazos telefónicos efectuados por «News of the World», de haber intentado hacer desaparecer siete cajas con material de los archivos de News International y de esconder documentos, ordenadores y otros equipos electrónicos.