Hollande se enfrenta a su primera torpeza en plenas legislativas
GARA |
El presidente francés, François Hollande, se enfrenta a su primera tormenta política por el tweet publicado por su com- pañera y primera dama, Valérie Trierweiler, dando su apoyo al rival de la expareja del mandatario y excandidata presidencial, Ségolène Royal, en la segunda vuelta de las elecciones legislativas en La Rochelle, un caso que está explotando la derecha para tratar de limitar sus daños en las urnas.
Toda la prensa ha criticado con dureza la «metedura de pata» de Trierweiler, considerada el primer error de la «Presidencia normal» que desea Hollande, quien había dado su apoyo a Royal.
Desde su elección el 6 de mayo, el presidente quiso diferenciar su mandato del de su predecesor, Nicolas Sarkozy, salpicado por una serie de escándalos personales que indignaron a los franceses. Pero los medios critican que han vuelto a mezclarse política y vida privada.
Cuatro días antes de la segunda vuelta de las legislativas, la derecha ve en el llamado «Trierweilergate» una bendición para privar al Partido Socialista (PS) de la mayoría absoluta a la que aspira en la Asamblea Nacional.
El nuevo Gobierno, muy incómodo, trata de reducir el caso a una «peripecia» de campaña o a un «sentimiento privado». El primer ministro, Jean-Marc Ayrault, y otros responsables del PS, que no ocultaron su enfado, advirtieron de que Trierweiler debe aprender a mantener «un papel discreto» y «debe aprender a ocupar el lugar que le corresponde, es decir, la reserva».
Mientras el PS trataba de reconducir el debate a la relación, cada vez más ambigua, entre la derecha y la extrema derecha, Ségolène Royal quiso mostrar ayer serenidad por este escándalo y a pesar de que las últimas encuestas, realizadas antes y después de la intervención de Trierweiler, le auguran una aplastante derrota ante el disidente del partido Olivier Farloni, al lograr un 42% frente al 58% de su rival.