Electos piden responsabilidad política en la gestión de residuos
Alrededor de 500 electos de Gipuzkoa han dado un espaldarazo al camino tomado por la Diputación con la remodelación del plan sobre la gestión de los residuos, realizado por expertos internacionales. Culparon a PNV, PP y PSE de generar la polémica y les recordaron que la competencia es de los Ayuntamientos. «No tenemos otra opción que entendernos», dijeron.GARA |
Dando por bueno el rumbo tomado por el Departamento de Medio Ambiente, dirigido por el diputado Juan Carlos Alduntzin, en materia de gestión de residuos, unos 150 electos de Gipuzkoa respaldaron ayer de manera pública -si bien el documento cuenta con la adhesión de 500 electos- el plan de la Diputación que todos los partidos de las Juntas Generales (JJGG), a excepción de Aralar, rechazaron.
«Los ayuntamientos, y en consecuencia, las mancomunidades, tenemos la responsabilidad y la competencia de la recogida de basuras producidas por los ciudadanos (...). En vez de entender los residuos como basura, se entienden desde la perspectiva de recursos, preci- samente desde la perspectiva que nos pide Europa que se implante», declararon.
Tal y como afirmaron, su comparecencia, en parte, respondía a la necesidad de acabar con la polémica originada acerca de la gestión de los residuos, considerando que tanto PNV, PSE y PP han querido crear una polémica artificial en Gipuzkoa, «como si el problema fuera la competencia y la cuestión de las mayorías». En este sentido, defendieron que «las dos mayorías de Gipuzkoa estamos obligadas a entendernos. No tenemos otra opción, y para entendernos nosotros tenemos predisposición. Si no es así, todos seremos perdedores. Justamente, ese es el compromiso y el sentimiento de los ayuntamientos de Gipuzkoa».
Así, realizaron un llamamiento a la Diputación para que no desista la opción tomada, y a las JJGG, «para que tome en cuenta la mayoría expuesta hoy aquí y que dé pasos para el entendimiento».
La incineradora, impensable
Aparte de alegar motivos económicos, los electos rechazaron de plano la incineradora dada la influencia negativa en el medioambiente y en la salud. Cabe recordar que las cenizas, además de ser tóxicas, deben guardarse en un vertedero especial, por lo que no soluciona el problema de los vertederos, algo de lo que PP, PNV y PSE han acusado al Gobierno de Bildu.
Precisamente, los expertos que diseñaron el nuevo plan de la Diputación recordaron en la presentación que la incineradora generaría al año 80.000 toneladas de escorias y cenizas que habría que almacenar en algún lugar que PNV, PP y PSE por ahora no han especificado.
«Queremos recordar a PNV, PP y PSE, pero también a la Diputación y a las JJGG que los ayuntamientos no tenemos ni un solo euro para destinarlo a la construcción de la planta incineradora».