Obama otorga a Afganistán el título de «aliado mayor» fuera de la OTAN
EEUU ha designado a Afganistán como «aliado mayor» no miembro de la OTAN, una categoría que impulsará la venta de armas y el entrenamiento militar por parte de Washington, que quiere asegurar su presencia en el país más allá de la retirada de las tropas ocupantes en 2014.
GARA | ISLAMABAD
Estados Unidos impulsará el apoyo militar a Afganistán tras haberle otorgado el título de «aliado mayor» entre los países no miembros de la OTAN, una categoría que solo tienen una quincena de países, como Israel, Egipto, Japón, Australia o Bahrein. El anuncio lo hizo la secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, en una rueda de prensa que ofreció durante una visita sorpresa de tres horas a la capital afgana.
La secretaria de Estado, acompañada del presidente afgano, Hamid Karzai, quiso resaltar los beneficios que, a su juicio, tiene el título otorgado por el presidente, Barack Obama,«como el acceso en términos preferentes a aprovisionamiento de armas y entrenamiento militar». «Vemos está medida como un poderoso símbolo de nuestro compromiso con el futuro de Afganistán», anotó Clinton.
Añadió que «se trata el tipo de relación que beneficiará particularmente a Afganistán cuando efectuamos la transición (de seguridad a las fuerzas afganas) y preparamos la presencia después de 2014». Karzai firmó con el presidente de EEUU, Barack Obama, un acuerdo estratégico en otra visita sorpresa en la noche del 1 de mayo pasado.
Este acuerdo no prevé bases militares permanentes pero compromete a Afganistán a «permitir el acceso a las fuerzas americanas hasta 2014 y más allá», y la posibilidad de que las tropas permanezcan en el país para «formar a las fuerzas afganas y atacar a elementos de Al Qaeda». Pero no compromete a Washington a mantener un número de soldados o un mínimo de financiación.
EEUU cuenta aún con 87.000 soldados de los 130.000 del contingente de la OTAN desplegado en Afganistán, cuya misión finaliza a finales de 2014.
Promesa de 16.000 millones
Clinton realizó este anuncio la víspera de que Tokio acoja hoy una conferencia internacional de donantes de la que se esperan promesas de ayuda de hasta 16.000 millones de dólares hasta 2015, un año después de la retirada de las tropas ocupantes.
El encuentro, al que asisten representantes de 80 países y organizaciones internacionales, tiene lugar dos meses después de que la OTAN se comprometiera en Chicago a dar a Afganistán unos 4.100 millones de dólares anuales para financiar el mantenimiento de la seguridad tras el repliegue.
Esa cantidad está exclusivamente destinada a las Fuerzas Armadas y la Policía local, mientras que hoy en Tokio se hablará sobre la ayuda que Afganistán, uno de los países más pobres y también más corruptos del mundo, necesitará en los próximos años para su desarrollo. Kabul teme que tras el fin de la ocupación los occidentales anulen sus compromisos financieros, que sustentan la economía del país, dependiente de la ayuda exterior tras tres decenios de conflictos.
El ministro nipón de Exteriores, Koichiro Gemba, adelantó ayer que los donantes se comprometerán previsiblemente a dar unos 16.000 millones de dólares en ayuda para el sector civil hasta 2015, de los que Japón aportará cerca de 2.200 millones.
El presidente afgano, Hamid Karzai, había solicitado una ayuda de unos 4.000 dólares anuales para el desarrollo más allá de 2014, ante el temor de que la retirada de las tropas esté acompañada de un recorte drástico de la asistencia civil.
Según el Banco Mundial (BM), Afganistán necesita unos 3.300 millones de dólares anuales para mantener los progresos de la última década, y si aspira a alcanzar los Objetivos del Milenio para 2024 la cifra aumenta a 3.900 millones de dólares al año. Para transformar la dependencia en capacidad de financiarse por sí mismo, es clave potenciar sectores como el agrícola, del que depende el 80 % de sus cerca de 30 millones de habitantes, según el BM.
Al menos siete civiles murieron y 18 personas resultaron heridas por dos ataques insurgentes en Afganistán. En el más mortífero, los seis ocupantes de un vehículo perdieron la vida por la explosión de un artefacto en el distrito de Chora, en la provincia sureña de Urzgan. Las autoridades lo atribuyeron a los talibanes.