El Athletic lo captó en Tajonar cuando contaba 14 años, un fichaje que enturbió y para siempre las relaciones entre Osasuna e Ibaigane. Campeón europeo y subcampeón del mundo sub'17, era una de las grandes promesas de Lezama, pero se tuvo que ir porque Lezama le ahogaba. Tras un año en Zaragoza y una exitosa campaña pasada en el CD Lugo, con ascenso incluido, su meta, regresar a «su» Athletic, se ha cumplido. Ahora, se pone a punto junto a sus nuevos compañeros con el deseo de ser uno más del grupo.

Tras anunciarse su fichaje le llegaron muchas felicitaciones, vía redes sociales, desde Lugo... ¿Dejó muchos amigos allí?

Sí, la afición me trató muy bien desde el principio, y aparte de con los compañeros, la relación con la gente que conocí en la ciudad, con todos, fue genial. Prefiero estar aquí, pero hubiese sido bonito vivir la experiencia de estar allí en Segunda A este año. Ojalá les siga yendo bien, con el mismo entrenador. Yo estoy contento por ellos.

¿Qué tal le han ido estos primeros días de entrenamientos?

Pues como imaginaba que iba a ser. Con mucha gente del vestuario es como si no me hubiese ido nunca. Ha sido muy fácil.

¿Y con Iker Muniain como cicerone suyo en su regreso?

Sí, llegó a Lezama a la vez que yo; sí llegué antes al Bilbao Athletic que él, luego le acogí junto a sus primos e Iñigo, y ahora está haciendo lo mismo conmigo. Me llevo bien con él, nos hemos visto mucho en Pamplona, con su familia y es con uno de los que mejor me llevo, aunque todos me dan consejos.

¿Qué le pasó por la cabeza el lunes, tras el primer día en Lezama, cuando se acostó?

Pues piensas en que has cumplido el sueño que tenías, pero que ahora toca ponerse otro. Ahora sé que me costará el salto, adaptarme a estos compañeros, a los que conozco, pero que no sé como juegan. Pero muy satisfecho por haberlo conseguido y con ganas de crecer.

¿Qué le han enseñado estos dos años lejos de Lezama?

Quizá me quedo con la idea de no rendirme. Cuando salí de aquí lo hice un poco tocado, siempre lo he dicho, y entre todos y poniendo mucho de mi parte he conseguido confianza en mí mismo y volver a disfrutar sobre el campo, porque la última etapa aquí me costaba. Al final, aunque tengas baches, hay que luchar para volver a la meta y yo lo he conseguido.

Porque el fútbol hay que disfrutarlo, en cambio usted ha sufrido con el fútbol.

Sí, te da mucho y también te quita. Porque te creas unas expectativas que si luego no se dan te puede hacer mucho daño. Me costó, pero cambié el chip, me vino bien salir de Lezama para poder volver y con más ganas, y más preparado.

El día de su presentación hablaba de que se comía mucho la cabeza con las metas personales que se marcaba...

Sí, quizá el verme siempre en convocatorias de la selección y el llegar muy rápido al Bilbao Athletic siendo muy joven, quizá pensaba que el siguiente paso se iba a dar también solo, pero es un paso difícil de dar y más visto ahora lo que me ha costado. Quizá antes no lo veía así, tenía 17 o 18 años, tampoco lo analizaba todo bien y puede que ahora sea el momento justo de volver y en el que creo que puedo aportar cosas. A partir de aquí, demostrar a la gente que ha confiado en mí que estoy preparado.

¿Tiene que demostrarle algo a alguien o sobre todo a sí mismo?

Bueno, el estar aquí no se le regala a nadie. La gente ha visto que por lo demostrado fuera puedo estar aquí. Sí que quiero tener esa sensación personal de que soy uno más y no verme por debajo de los compañeros. Cada jugador tiene su rol, pero tengo que demostrar que puedo ser uno más de la plantilla y que el mister puede contar conmigo.

¿Qué le ha dicho José Mari Amorrortu que esperan de usted?

Pues que siga haciendo lo mismo que he hecho este año, aunque la exigencia va a ser mayor. Quizá esos partidos que he hecho y he estado bien, que sean más habituales. Ellos piensan que puedo encajar en el sistema de juego, que saque esas cualidades mías a relucir y que esté tranquilo, que todo llegará.

Sobre todo que no le pese esa responsabilidad, ese querer demostrar cosas...

Creo que he aprendido a canalizar esas cosas y me lo tomo todo de mejor manera. Lo que tengo ganas es de que empiecen los partidos y poner en práctica todo esto. Cuando cumples un objetivo siempre quieres más. Mi primer objetivo está hecho y ahora lo que quiero es ser uno más.

¿Teniendo en cuenta las ausencias por los Juegos Olímpicos, incluso puede tener su oportunidad en esa primera eliminatoria europea?

Queda lejos. Ahora lo que quiero es conocer a los compañeros dentro del campo, aclimatarme con los partidos, sentirme uno más y luego a esperar a los partidos importantes. En Lugo me costó poco y espero que aquí sea parecido.

Con la primera plantilla se estrena estos días un juvenil de 17 años, Markel Etxeberria. ¿Qué consejo le daría?

Que sea paciente y que intente aprender todo lo posible. Que no tenga prisa, porque cualidades, lo que le he visto, tiene muchas. Que sea paciente que las cosas llegarán.

¿Le sigue quitando el sueño lo de debutar en San Mamés?

Sí, lo tenía antes y ahora que lo tienes más cerca mucho más. Desde que llegas de chaval, quieras o no, ver cómo se vive eso en el este club es el objetivo de todos. Tengo muchas ganas, pero todo llegará. A trabajar.

Y es de suponer que ya le habrán puesto al día sus compañeros sobre Marcelo Bielsa...

Sí, me han contado muchas historias, cómo trabaja. Tengo ganas de verlo y trabajar con él. Todos me cuentan que han progresado mucho y seguro que me puede enseñar muchísimo. Quiero que me ayude a ser mejor futbolista porque me vendrá muy bien.