Los gaditanos Fuente Ymbro llevan siete años recorriendo Iruñea, con desigual resultado. Ayer se portaron y dejaron sobre todo una imagen espectacular: la de Marqués, un toro de color jabonero para los taurinos, es decir, blanco para entendernos todos. Su presencia daba un punto añadido de emoción a la carrera, porque por su estampa y por su peso bien podía confundirse con un cabestro y llevar a error a los corredores.

Como si fuera consciente de la expectación que provocaba, Marqués hizo unas cuantas cosas llamativas. Primero abrió la manada junto a otro compañero por la parte izquierda de Santo Domingo, volteando a un corredor casi a la llegada al Ayun- tamiento. Luego chocó con las tablas en la curva de Estafeta, algo que cada vez resulta más infrecuente, pero se incorporó rápido y sin dar guerra. Y ya en Telefónica, propinó un par de sustos avanzando por la derecha pero sin derrotar.

Los Fuente Ymbro fueron hasta allí bien hermanados y entraron a la Plaza a buen ritmo. No dieron una sola cornada. Ya en el coso, con Marqués a buen recaudo en los corrales, los flashes iban a ser en exclusiva para otro compañero, Infausto. Un toro bastante más ligero, pero que perdió las manos y se vino al suelo hasta tres veces. En la última tuvo que ser levantado tirando del rabo.

Pastores y dobladores lo llevaron a los corrales sin mayores problemas, porque el morlaco en ningún momento dio sensación de revolverse contra nadie. En cualquier caso, con ello el tiempo de la carrera se fue hasta los tres minutos y 12 segundos, lo que hace el segundo más largo de este 2012.

Estadounidense y valenciano

Solo dos corredores terminaron en el hospital. Al mismo tiempo se evacuó también desde la zona a una tercera persona por un traumatismo craneoencefálico, pero después se matizaba que no había sido por el encierro.

Uno de los evacuados es B.G., de 56 años, estadounidense de Nueva Orleans, que fue enviado desde el Ayuntamiento con un traumatismo en la mano izquierda. Su pronóstico es reservado.

El otro trasladado, en este caso desde Estafeta, respondía a las iniciales J.C.P., de 32 años y de Benisanó (Valencia). Padece contunsión facial y su pronóstico fue calificado de leve.

La anecdotilla estuvo antes de empezar. En una mañana muy fresca, el primer cohete no acababa de prender en Santo Domingo y hubo que recurrir al de reserva, al que por cierto también le costó sonar.