BERMUTEAN... CARMELO BUTINI
«En Santo Domingo todos van de blanco, no hay colorines»
Martxelo DÍAZ | IRUÑEA
Los nueve días de sanfermines son extremadamente intensos para Carmelo Butini, uno de quienes atienden el mostrador de la Casa del Libro, en pleno corazón de la calle Estafeta. Es imposible pararse a hablar con él diez minutos sin que le salude alguien o tenga que atender a un comprador en la tienda.
Corredor empedernido de los encierros, «este año he corrido todos», declara. Su comercio familiar es un punto de referencia para muchos corredores. «Por aquí aparece muchísima gente. No solo de Iruñea. También valencianos, catalanes, franceses y de otros muchos lugares». De hecho, durante el resto del año las publicaciones en relación con el encierro y los sanfermines ocupan una parte destacada de la tienda, en la que, por cierto, guardan los diarios de esta delegación y los sobres que nos envían.
Butini no corre solo los encierros de Iruñea, sino que también acude a los que se celebran en otras partes de Nafarroa, como en Tafalla y Zangoza. «A Tudela también voy si se puede, pero este año no sé si podré», explica.
Además, su pasión por las carreras ante los astados le ha llevado a viajar al País Valencià. «He estado en Segorbe, en Altura y en la Vall d'Uixó», destaca.
En todos los años que ha corrido el encierro la calle Estafeta, frente al comercio en el que vende diarios, revistas y artículos de papelería, ha sido su espacio natural. Pero el año pasado emigró hacia la cuesta de Santo Domingo. «Estaba esperando la carrera de los Miura y, al ver que la calle Estafeta estaba llena de gente, decidí ir hasta Santo Domingo. Desde entonces, corro allí», relata.
La migración no estuvo exenta de reproches. «Los de Estafeta me llamaban traidor y los de Santo Domingo, okupa. Son cosas que pasan», confiesa.
Preguntado por cuáles son las diferencias entre un tramo y el otro, Butini lo tiene claro. «En Estafeta, lo que más importa es la colocación, ya que hay que buscar el espacio para correr. En Santo Domingo, es más explosivo. Cuando se retiran los municipales y ves los toros de frente es muy intenso», cuenta.
Madrugar para hacer el reparto, correr el encierro y volver a la tienda a trabajar. ¿Queda tiempo para la fiesta? «Algún almuerzo siempre cae y suelo ir a los toros con La Única. La clave para llegar a todo es la organización», explica.