GARA > Idatzia > Mundua

«La angustia suele volver más conservadora a la población»

p021_f01-199x148.jpg

Luis Arroyo
Ex asesor de comunicación de Zapatero

Nacido en Madrid en 1969, Arroyo es asesor en materia de comunicación de políticos. corporaciones e instituciones.. De 2004 a 2008 trabajó para el Gobierno Español dirigiendo el gabinete de Comunicación. Está a punto de presentar su último libro «El poder político en escena».

Mikel PASTOR | BILBO

Inmerso de lleno en el maremagnum organizativo del Congreso sobre Comunicación Política celebrado hace unos días en Bilbo, Luis Arroyo sacó unos instantes para departir con GARA sobre política, sociedad, y la complicada relación entre ambas.

¿Qué tiene de real la política? ¿O es un simple baile de máscaras?

La política es, no solo, pero también, representación, puesta en escena. Hay poco de natural en unos señores que están permanentemente frente a cámaras. Siempre ha sido así, pero con la llegada de la radio y la televisión, esa representación se ha acentuado aún más.

¿Cual es el papel de la comunicación política en la creación de líderes y en el desarrollo de los grandes movimientos de la historia?

Muy importante. El liderazgo en cualquier movimiento social es esencial. Hay gente que cree que los movimientos son espontáneos, y no es cierto. La historia nos ha demostrado que los movimientos son eficaces cuando están dotados de disciplina, rigor, y líderes.

La racionalidad, por lo tanto, ¿es pura invención?

Se ha descubierto recientemente que el cerebro tiene dos distemas para procesar la información. Un sistema rápido, intuitivo, emocional, y otro más pensado, racional y reflexivo. Por eso, nuestra reacción es distinta, en general, cuando escuchamos «mercado» que cuando escuchamos «especuladores». Cuando los términos que, digamos, suenan mejor, se repiten constantemente, la gente los acaba tolerando mejor.

Usted sostiene que prueba de esa falta de racionalidad es que normalmente no cambiamos de opinión política...

Es más complicado de lo que la gente cree. Cuanto más se intenta demostrar una cosa, más se refuerzan quienes piensan lo contrario. Parece imposible, pero es así. Es un fenómeno llamado «disonancia cognitiva», mediante el que intentamos justificar nuestros actos y decisiones.

¿La formación de mayorías se explica solo por el «instinto gregario» que cita en su libro?

Sin duda, sentirte parte de un grupo, de una causa es, en la mayoría de casos, una palanca de intervención o participación política, el motor de muchos procesos sociales.

Si la principal labor de un político es manipular, o al menos convencer, ¿en qué queda la representación democrática original?

Al final, la inmensa mayoría de la gente ve la política como espectador, con desconfianza, escepticismo. Esa democracia mítica, ateniense, donde ciudadanos se reunen y debaten...hoy día no funciona así.

En su libro, comenta la importancia de los «cierres de filas» de algunos países y de cómo estos refuerzan a sus líderes. ¿No es otro enfoque de «La doctrina del Shock» de Naomi Klein, con el miedo como herramienta de control?

Cuanta más angustia hay, más conservadora se vuelve la gente.. Por lo general, las personas se repliegan sobre si mismas, se vuelven más egoistas, más patriotas, más xenófobas. En esa tesitura, cualquier medida, por irracional que sea, se asimila con normalidad, porque se cree que es la única solución posible.

Volvamos a la escenificación política. ¿Qué han aportado las nuevas tecnologías?

Aunque internet sea una herramienta extraordinaria, siguen absolutamente vigentes los medios clásicos, como la radio o la televisión, está última único canal por el que se informa el 60% de la población. Twitter ha supuesto una revolución...pero no exageremos, es impensable plantear una campaña solo por internet.

¿No asistimos, en términos globales, a una banalización de la política?

No, creo que las ideas y la imagen siguen teniendo su peso, pero si las ideas no se transmiten correctamente, si no se cuida cómo decir las cosas, no basta únicamente con las ideas. Esa es la combinación mágica, saber conjugar ideas con una buena comunicación.

 

liderazgo

«Los movimientos sociales no son espontáneos. Únicamente triunfan los dotados de disciplina, rigor y lideres»

democracia

«Esa democracia mítica, ateniense, con ciudadanos reuniéndose y llegando a acuerdos, no existe. La política no funciona así»

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo