El equipo de Iñaki Azkuna no ha sido capaz de conseguir la línea de crédito necesaria para que alguna empresa se presente al concurso de soterramiento de la estación de autobuses de Termibus, por lo que ha quedado desierto. Se aplaza así uno de los proyectos estrella anunciados por el alcalde para su último mandato en el Consistorio.

El consejero delegado del Ayuntamiento de Bilbo, Andoni Aldekoa, aclaró ayer que «la modernización de Termibus no es un proyecto que se va al cajón», aunque sí es cierto que ha quedado en cuestión la gestión que se ha hecho en torno a la construcción de la nueva estación de autobuses, ya que ninguna empresa ha adoptado a la concesión administrativa.

La pretensión municipal es que sea una empresa privada la que ejecute la obra y la que se encargue de la explotación, aunque la crisis económica no parece favorecer los planes del PNV.