La Cámara de Representantes de EEUU aprobó ayer una propuesta de la mayoría republicana para anular la reforma sanitaria, una iniciativa que con probabilidad será rechazada por el Senado. Los republicanos insistieron en que la reforma es una costosa intrusión del Gobierno que está agravando la situación económica.

Tras más de cinco horas de debate, los legisladores estadounidenses aprobaron la iniciativa con 244 votos a favor y 185 en contra, en plena campaña electoral para las presidenciales de noviembre.

La Casa Blanca ha dejado claro que el presidente, Barack Obama, vetará una propuesta de anulación en el supuesto de que el Congreso (Cámara y Senado) la envíe a su despacho.

Un nuevo sondeo sobre intención de voto daba ayer a Obama una ventaja de seis puntos sobre su rival, Mitt Romney, que ayer recibió un largo abucheo al reiterar en un discurso ante una importante asociación afroamericana su promesa de revocar la reforma sanitaria en caso de llegar a la Casa Blanca.