Texto: Anartz BILBAO   Fotografía: Marisol RAMIREZ, ARGAZKI PRESS

A las 21.11 y con «Leopard-Skin Pill-Box Hat» comenzó a sonar el concierto de anoche, con la grada principal medio vacía y parte del público -en total unos 7.000 ansiosos fieles- haciendo cola hasta la torre de Iberdrola. ¿Se pudo haber evitado? «Era de salir a las 21.30», comentan los organizadores en la puerta, pero ya se sabe que Dylan es Dylan. El concierto va rápido y eléctrico, con la banda bien engrasada, cientos de espectadores al otro lado de la ría y el cielo de un gris claro precioso. El público, adulto en su mayoría, atiende gozoso y respetuoso al poeta -hay comodidad en el espacio disponible-, vestido con chaqueta negra, pajarita y sombrero claro. A su alrededor, la banda viste traje gris bajo un telón presidido por un ojo coronado.

Más ronco y grave que nunca, con sonido poderoso, Dylan parece estar en forma, enérgico y con swing a la harmónica, más lírico al piano, que recupera en directo tras actuar las dos últimas décadas con un simple teclado.

Con el museo a su derecha -pues al contrario que con Arcade Fire o Bjork el escenario se ubica mirando a la ría-, en escena Dylan se presenta con George Recelli a la batería, Donnie Herron en la mandolina y el violín, Stu Kimball y Charlie Sexton a las guitarras y Tony Garnier, veterano compañero del poeta, al bajo.

Atemporal e inimitable en la voz, a la media hora suena «Spirit on the water», casi una hora después «Thunder on the mountain». Llega «Ballad of a thin man», transformado, como de costrumbre, incluso con rever. También el esperado y coreado «Like a rolling stone».

Ha oscurecido y hace fresco, no importa. Con un par de vises, poco antes de las once, el rockero de 71 años termina su concierto, casi dos horas de rock bañado en titanio.

Like a Rolling Stone

Robert Allen Zimmerman es un señor nacido hace ahora 71 años en Duluth, Minnessota (EEUU); mito del arte popular como Bob Dylan. Según la leyenda, el septuagenario músico es un nómada con alma de gitano, que prefiere vivir en su archifamoso autobús negro a reposar en una lujosa mansión. De él se ha publicado que en alguna ciudad en la que actuaba ni siquiera ha dejado su vehículo para reposar en habitaciones reservadas en hoteles de cinco estrellas.

Inmerso en su Never Ending Tour, desde 1988 Bob Dylan ofrece alrededor de cien conciertos por año -con giras de nueve meses de duración-. El pasado 2011 ofreció en concreto 89 conciertos, del 3 de abril (Taipei, Taiwan) al 21 de noviembre (Londres, Inglaterra). La gira actual del bardo de Duluth recala en Bilbo tras actuar, únicamente en los diez primeros días de julio, en seis ciudades de Alemania, Austria y Suiza, como parte de su fase Europea que comenzó a finales de junio tras su paso por México en mayo. Tras celebrar el 15º aniversario del Museo Guggenheim Bilbao actuará como cabeza de cartel del conocido festival indie de Benicassim, lo que muestra a las claras el carácter de mito que atesora; y volverá a Euskal Herria para recalar en Baiona el 20 de julio -una semana antes de las fiestas-, con entradas de 55 a 70 euros. Y es que Dylan es ya un asiduo a nuestros escenarios. Desde que actuara junto a Mikel Laboa en la Zurriola de Donostia, en 2006, ha visitado Iruñea en 2008 y el Azkena Rock de Gasteiz en 2010.

Bilbao BBK Live

Del Guggenheim a Kobetamendi, Bilbo sigue de fiesta, «si la bolsa suena» (55 euros la entrada del día y 105 el abono, más gastos). El Bilbao BBK Live comienza hoy su novena edición con la actuación estelar de The Cure (23.15), con un directo extenso que se acercará, según previsiones, a las tres horas de duración. La apertura la darán los portugueses The Gift, casi en paralelo a Belako (18.10, escenario 3), moderno cuarteto de Mungia. Entre ellos, además de los también locales McEnroe y Elbis Rever, el trío Band Of Skulls (19.30) y Snow Patrol (21.40) en el escenario principal, The Maccabees (20.25) y Bloc Party (2.20) en el segundo y, en el tercero, Ben Howard (20.10) y Jon Spencer Blues Explosion (22.20), por citar algunos -atentos también al fin de fiesta con James Murphy y Pat Mahoney, ambos ex LCD Soundsystem-. Apertura de puertas a las 17.30 y autobuses para subir con punto de partida en la Avenida Zunzunegi, junto a la parada del tranvía en Termibús -tras las 19.30 solo hasta Beyena-.

El cuarteto de Oxford Jonquil sustituirá en la séptima edición del Bilbao BBK Live a The Black Belles, que se han visto forzados a cancelar su actuación en la jornada de cierre del festival.