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El retorno de los muertos vivientes
Los sanfermines afrontan su segundo fin de semana, y se nota: camisetas con dibujos de toros y manchas de sangre, grupos de amigos celebrando horripilantes despedidas de soltero, botellas de sangría “Fiesta” de litro y medio... En definitiva, guiris. Volvieron ayer, pero no durarán mucho. Esta noche, Iruñea echa la persiana.
Ion ORZAIZ
Son difuntos. Muertos vivientes. Almas en pena que vagan tambaleándose, sin rumbo fijo, por las calles de Alde Zaharra. Ayer cogieron el coche en Valladolid, Nimes, Albacete, Montpellier o Carabanchel Alto, y hoy están aquí, con la camiseta teñida de rosa por el vino, la mandíbula desencajada y la mirada perdida, descansando entre contenedores, balbuceando detrás de alguna txaranga o comiendo una jaitxitxa. Son los guiris, miles de visitantes que han vuelto a hacer acto de presencia en sanfermines, coincidiendo con el segundo fin de semana de fiestas.
Su presencia dará color a la última noche sanferminera del año. Una noche que todos, tanto autóctonos como foráneos, aprovecharán para beber, bailar y pasárselo en grande como si no hubiera un mañana. Y quién sabe; si se cumple la profecía maya (de los mayas de América Central, no del alcalde), puede que no lo haya. Así que aprovechad, que mañana toca resaca.