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Toros y mozos vueven a lucirse y este año apunta a récord
Si los nuevos de Torrehandilla no lo estropean hoy, el ciclo de encierros de 2012 huele a doble récord: por la velocidad y por las escasas cornadas. Por cuarto día consecutivo, solo se contabilizaron golpes, y sin gravedad. Los mozos compitieron de tú a tú con los rápidos Domecq.
Ramón SOLA | IRUÑEA
Los cinco encierros de entre semana de esta feria 2012 se recordarán. Sencillamente brillantes. En una actividad tan imprevisible y arriesgada como el encierro, todo se ha conjugado a la perfección entre martes y viernes: toros bien entrenados para correr, mozos cada vez más expertos y conscientes, pastores y dobladores centrados y profesionales, mejoras técnicas eficaces (antideslizante), y la impresionante Cruz Roja, tan rápida para atender a los heridos como para contarlo a los medios.
El séptimo, a cargo de los Juan Pedro Domecq, repitió la historia anterior. Fue la cuarta carrera seguida sin una sola cornada. Traían cierta incógnita porque llevaban ya siete años sin aparecer por Iruñea, pero quien les ha entrenado en el campo los puso en forma. No tuvieron derrotes ni parones ni apenas caídas en todo el recorrido.
Así las cosas, solo se olió peligro cuando los corredores hicieron lo que no debían. Sobre todo, un joven con aspecto ex- tranjero que se levantó tras haber caído en Unzu. Por suerte, vio venir a la segunda parte de la manada y tuvo reflejos para volver a arrojarse al suelo. Un cabestro le pisoteó.
Otro mozo, en este caso vestido de blanco, se hizo un lío a la altura de la Bajada de Javier y pasó entre los dos morlacos que corrieron solos en cabeza, sin que ninguno de los dos le rozara. Y ya en el callejón, otro que se retiró a las tablas algo tarde fue embestido por un Domecq que se limitó a arrollarlo.
Las carreras en la parte final de Estafeta fueron brillantísimas. Hubo quien se mantuvo cerca de 250 metros seguidos ante las astas, aprovechando que la torada llegó estirada. Ayer hubo cuernos para todos, porque por ejemplo los dos bureles de cabeza recorrieron ese tramo cada uno por un lado de la calle, dando dos opciones de colocarse a los mozos.
Herido de Jordania
Con esto, de nuevo solo traumatismos. Fueron seis los evacuados. El más extravagante por su procedencia, un natural de Jordania. de 28 años y que quedó ingresado para arreglarle una fractura de hombro.
Además, un iruindarra de 27 años tuvo una fractura en el pie; un madrileño de 24 y un estadounidense de 35, sendas roturas en los brazos; un joven de Lizarra de 31 se fracturó la mu- ñeca; y otro estadounidense de 28 padeció un traumatismo facial y policontusión.