Diferentes agentes sociales y sindicatos han anunciado la convocatoria de movilizaciones en Euskal Herria contra el «mayor recorte social» de los últimos años. Sin duda, todo lo que está cayendo y lo que queda por venir es grotesco, injusto e inmoral. Empobrecer a la población y saquear los bienes colectivos para «ahorrar» dinero y luego dárselo a la banca genera una indignación totalmente comprensible. El gobierno del PP utiliza métodos que la escritora canadiense, Naomi Klein, describía en su libro «La doctrina del shock». A saber, generar las condiciones mediante la mentira y los globos sonda para golpear con más y más duros recortes que conmocionen a la ciudadanía al objeto de que esta acepte resignada el expolio organizado. Frente a ello, despertar las conciencias, canalizar la rabia, organizar la respuesta, dimensionando siempre una alternativa como referencia, se antoja necesario. Y hacerlo desde la base, independientemente de que sea periodo estival, es una iniciativa que merece el aplauso, el apoyo y la participación.

No hay mejor momento para ocupar las calles, hacer más visible y amplía la contestación. Mantener viva esa llama social es fundamental. Hará de lo «imposible» algo inevitable.