La Ponencia de Convivencia expone un primer acuerdo de sus miembros
La Ponencia para la Paz y la Convivencia ha conseguido ofrecer un primer fruto antes de que se cerrara el periodo de sesiones y perdiera la participación de su impulsora, Aintzane Ezenarro. Se trata de un acuerdo sobre una propuesta de principios y compromisos que se expone como «un suelo ético imprescindible sobre el que construir la Paz y la convivencia futura de nuestra sociedad».
Iñaki IRIONDO | GASTEIZ
La Ponencia de Paz y Convivencia, creada en el Parlamento de Gasteiz el 23 de abril a propuesta de Aintzane Ezenarro, dio ayer un primer fruto en forma de una propuesta de principios y compromisos, antes de que su impulsora abandone la Cámara tras haber quedado excluida de su partido, precisamente por cómo gestionó esta iniciativa.
La Cámara aprobó a finales de junio habilitar el mes de julio para diversos trabajos, entre ellos los de esta ponencia, que se reunió el 2 de julio oficialmente y que ayer tuvo un encuentro para fotografiarse y hacer público un primer acuerdo entre sus componentes.
El texto -no presentado en directo, sino por email- arranca con una introducción que empieza haciendo una alabanza del Parlamento de Gasteiz por su «compromiso con la búsqueda incesante de una paz integral y una convivencia democrática para Euskadi». Añade que «no podía haber sido de otro modo, tratándose de la institución emanada de la voluntad popular en el ejercicio democrático».
Aunque la propuesta de principios y compromisos hace referencias genéricas a «la violencia» y «el terrorismo», en esta introducción se concreta primero que «el anuncio de ETA del cese definitivo de su actividad armada el 20 de octubre de 2011 ha abierto un nuevo panorama y un nuevo tiempo en los que abordar las políticas sobre la paz, la convivencia y la humanización»; y después se asegura que «tras décadas de violencia destructiva y de vulneración de los derechos humanos, la consolidación de este nuevo tiempo solo será posible con la desaparición definitiva de ETA».
Los componentes de la Ponencia para la Convivencia -PSE, PNV, PP, Aintzane Ezenarro y Ezker Anitza- dan por cerrada esta primera fase de trabajos con un acuerdo sobre «principios para una paz con memoria» y «compromisos para la garantía de no repetición».
Sus firmantes consideran que «los contenidos de los principios y compromisos acordados suponen un suelo ético imprescindible sobre el que construir la paz y la convivencia futura de nuestra sociedad».
En adelante, ya sin Aintzane Ezenarro, que dejará su cargo al acabar este periodo de sesiones, la ponencia prevé abordar otras cuestiones relativas a la memoria, las políticas de humanización y estrategias preventivas.
Sin embargo, si las elecciones autonómicas se adelantaran, como es previsible, la ponencia no volvería a reunirse, porque la legislatura se acabaría antes del nuevo periodo de sesiones.
PRINCIPIOS PARA UNA PAZ CON MEMORIA
Principio básico
La paz y la convivencia futura requieren el reconocimiento de la injusticia de la violencia, el reconocimiento del daño causado y de la dignidad de las víctimas, todas ellas merecedoras del derecho a la verdad, la justicia y la reparación.
Principios específicos
1. Establecer el principio de responsabilidad: supone determinar y reconocer la responsabilidad de cada cual en el pasado y las consecuencias relativas a las vulneraciones de los derechos humanos.
2. Articular una memoria colectiva no neutral y activa contra la quiebra de los derechos humanos y sus consecuencias.
3. Considerar que la memoria constituye una herramienta esencial para la deslegitimación ética, social y política del terrorismo.
4. Evitar una verdad a medias, reprimida o amnésica: configurar, a través del relato objetivo de los hechos, la verdad compartida sobre las violaciones contra los derechos humanos.
5. Asumir que, aun siendo deseable un acuerdo compartido entre diferentes sobre las causas de lo ocurrido, se podrá dar una pluralidad de interpretaciones sobre la génesis de la vulneración de derechos humanos, concluyendo que todas las rupturas de dichos derechos se dieron porque grupos y personas antepusieron a la dignidad humana otros objetivos.
6. Procurar que la construcción de una memoria compartida sea un medio para aliviar el sufrimiento injusto de las víctimas y evitar la impunidad, así como para la consecución de la paz y la convivencia democrática. Esta memoria debe servir para repensar y construir el futuro sin anclarse en el relato de lo sucedido.
7. Trabajar desde la reconstrucción de lo sucedido para que llegue un tiempo en el que, erradicando el miedo que aún persiste en parte de la sociedad vasca por la persecución y la amenaza, se puedan cerrar las puertas de un pasado doloroso y abrir las de un futuro esperanzador para todos.
COMPROMISOS PARA LA GARANTÍA DE NO REPETICIÓN
Compromiso básico
Ni una sola causa política puede situarse por encima de los principios básicos de la ética y el respeto a los derechos humanos. Los derechos humanos constituyen un absoluto ético por encima de cualquier causa.
Compromisos específicos
1 El compromiso ético por la dignidad humana: el valor del respeto a la dignidad humana, a la persona, y a los derechos humanos que de ella se derivan, la vida en primer lugar, es siempre superior y anterior a cualquier causa o idea política o a la razón de Estado.
2. El compromiso democrático con la pluralidad de la sociedad vasca.
3. El compromiso democrático con la palabra, el diálogo y la búsqueda de acuerdos: ni la violencia ni la imposición sirven para resolver las diferencias. Esta será la base de un instrumento educativo, en particular para concienciar a la juventud de que ninguna diferencia, problema o conflicto se soluciona por medios violentos, sino por medio del diálogo, la escucha y el aprendizaje de los valores de la igualdad de todos en dignidad humana, de la libertad, de la justicia, de la verdad y del respeto mutuo.