David Millar consiguió ganar por cuarta vez una etapa en el Tour, un objetivo que se le resiste a un Egoi Martínez que se tuvo que conformar con la tercera plaza al no poder seguir al escocés y a Peraud en el ataque que rompió la fuga que protagonizaron con Gauthier y Kiserlowski.

El de Etxarri Aranatz corrió en desventaja con sus compañeros de escapada porque los otros cuatro se marcharon por delante en el kilómetro 21 en un grupo de diecinueve corredores, en el que Euskaltel colocó a Rubén Pérez. Pero el de Zaldibar quedó descolgado en la ascensión del Grand Cucheron y Egoi Martínez saltó en el descenso para intentar alcanzar la escapada junto a su compañero y Horner.

El navarro se quedo solo en la persecución y demostró su fortaleza al empalmar con la fuga en la subida del Col del Granier. Los escapados tuvieron que subir a un ritmo muy fuerte porque el Sky no daba permiso a ningún corredor que pudiera inquietarles en la general. Y tampoco tuvieron tregua en el llano porque el Orica empezó a tirar del pelotón para atrapar a Peter Sagan, que marchaba en un grupo intercalado con Gorka Izagirre, para impedir que aumentara su diferencia con Goss en la lucha por el maillot verde.

Todos esos movimientos provocaron que la escapada solo tuviera 1.30 tras 110 kilómetros de carrera, momento en el que Sky y Orica se dieron por satisfechos y dieron permiso a las cinco de cabeza para coger una diferencia de hasta trece minutos porque Egoi Martínez era el mejor clasificado en la general a 26.

Pero esos sesenta kilómetros que el navarro tuvo que hacer a tope para coger la fuga y para impedir que el pelotón la anulara le pasaron factura en los últimos kilómetros, en los que quiso ser el primero en probarlo, sin fortuna, y sin poder reaccionar al ataque de Peraud en un tramo ascendente al que solo respondió Millar, el más fuerte.

El escocés fue el que más trabajó en la fuga y cuando se quedaron los dos por delante y aún así tuvo energías para superar a Peraud y lograr su cuarta victoria en el Tour tras las conseguidas en 2000, 2002 y 2003. La de ayer tuvo un sabor especial porque la consiguió en su lucha por demostrar que se pueden lograr triunfos sin la ayuda del dopaje que estuvo a punto de arruinar su carrera ciclista y su vida.

Un tercer puesto que sabe a poco

Egoi Martínez tenía que conformarse con superar a Kiserlowski y Gauthier en el sprint por la tercera plaza, la misma que consiguió en su debut en la prueba en 2004. Más cerca estuvo del triunfo en 2008 cuando fue segundo en Prato Nevoso, cuando era más fuerte que Gerrans, que le engañó y le ganó. Además fue quinto en dos etapas en 2009.

Como en la Dauphiné, en la que fue segundo en una etapa, Egoi Martínez está muy bien y ha asumido la responsabilidad de liderar el Euskaltel cuando se ha quedado sin líder y ya es 18º en la general. Pero su objetivo no es un buscar un puesto, sino la victoria que salve el Tour para su equipo. Lleva cinco temporadas sin ganar, desde que regresó al Euskaltel, y se merece ya volver a levantar los brazos.