Udate
El Aquarium se convierte en un laboratorio transdisciplinar con «aguas turbulentas» en la probeta
Una muestra de arte contemporáneo recorrerá durante dos años el interior del museo donostiarra, en el marco de un proyecto que no dejará de evolucionar. De momento, se exponen cuatro obras.
Nagore BELASTEGI | DONOSTIA
El Aquarium de Donostia acoge desde ayer una exposición que no debe ser tratada como tal. «Aguas turbulentas» es el nombre del conjunto de ideas que surgen de la cooperación entre artistas contemporáneos y otros profesionales que nada tienen que ver con el arte, como científicos.
El presidente de la Fundación Oceanográfica de Gipuzkoa, Vicente Zaragüeta, dio la bienvenida a las obras que se exponen en el Aquarium diciendo que «no puede haber un lugar más acertado, porque aquí no hay aguas turbulentas, sino calmadas». Y es que las tranquilas peceras y la delicada luz tenue no tienen nada que ver con el título de este proyecto que Nekane Aramburu, comisaria artística de la muestra, describió como «un laboratorio de investigación donde los artistas trabajan junto al resto de profesionales». Las aguas turbulentas, por lo tanto, sería ese «agua en ebullición, ese caldo de cultivo de ideas que se encuentra en las probetas», según especificó.
Conexión con Baiona
La investigación se alargará por lo menos dos años, en los que cada vez más artistas -todos ellos con alguna relación con el mar o la historia- irán aportando sus ideas. Aproximadamente durante un año las obras se expondrán en el Aquarium donostiarra, y al segundo año también las vitrinas del Musée Basque et de l'Historie de Baiona se llenarán con piezas de arte, ya que este también colabora en el proyecto haciendo de él una cooperación transfronteriza.
Por el momento, son cuatro los artistas que han aportado su granito de arena a esta original muestra. Pilar Soberon se sienta al lado de las peceras y dibuja, a mano alzada lo que está pasando ante sus ojos. «La gente respeta mi espacio. A veces los niños me preguntan cosas y, si siento que ellos deben formar parte de la ilustración, los dibujo, pero cuando se dan cuenta salen corriendo», nos cuenta. Actualmente, sus dibujos cuelgan de alfileres al lado de los fósiles, lo que da lugar a confusiones y dudas.
Jon Cazenave utiliza la fotografía para llevar a las entrañas del Aquarium las imágenes de dos de las «raíces» del museo: un sonriente Vicente Zaragüeta y un bosque de dibujado por las olas del mar en la arena. «Los árboles son importantes, porque dan madera, y con la madera se hacen los barcos», explica.
También puede verse un vídeo del desmantelamiento de la central nuclear de Lemoiz grabado por Marisa Gonzalez, junto a una pecera llena de desechos, ejemplo de la contaminación en el mar.