Al menos unas doscientas personas se aprestaban anoche a completar la vigilia que había convocado Herrira para exigir ante la cárcel de Zaballa la puesta en libertad con carácter urgente de los catorce presos y presas políticas que padecen graves enfermedades.

Los actos comenzaron antes de que se pusiera el sol y está previsto que concluyan este mediodía. En total, catorce horas, una por cada uno de los siguientes prisioneros: Txus Martín, Iñaki Erro, Aitzol Gogorza, Iñaki Etxeberria, Josetxo Arizkuren, Jose Miguel Etxeandia, Isidro Garalde, Jose Ramón López de Abetxuko, Gotzone López de Luzuriaga, Jose Ángel Biguri, Josu Uribetxeberria, Garikoitz Arruarte, Inma Berriozabal y Jesús Mari Mendinueta.

Pasadas las diez de la noche, algunas gotas de lluvia y una temperatura más baja de lo habitual por estas fechas amenazaban con complicar la estancia en la zona rural del municipio alavés de Iruña Oka donde se ha levantado la nueva cárcel de Zaballa, cerca de la de Langraiz.

No obstante, la organización había sido precabida al instalar una carpa para dar cobijo a los asistentes o para que, quien lo necesitara, pudieran dormir a resguardo.

Para entonces ya habían comezando las actuaciones sobre el tablado instalado para la ocasión, presidido por un cartel con el lema «Txus askatu! Hamalauak herrira», junto a una fotografía del preso basauritarra. A él se dirigieron personalmente muchos de los mensajes lanzados por los asistentes hacia el interior de la prisión desde el «micrófono abierto» y a través de potentes altavoces.

Previamente, mientras iban llegando a este lugar los participantes en la kandela gaua -muchos de ellos lo hicieron en las caravanas de coches que partieron desde distintos puntos del territorio alavés-, por el escenario iban pasando grupos musicales y bertsolaris; también estaba prevista una actuación teatral y la proyección de un vídeo sobre la situación en la que viven los presos enfermos y sus allegados.

Esperando a que anocheciera, todo estaba preparado para llevar a cabo una concentración con velas y así, como indicaron desde Herrira, «iluminar la oscuridad de la noche».

En el perímetro del centro penitenciario, muy cerca de donde se desarrollaba la movilización, se estacionaron furgonetas de la Ertzaintza.

Concentraciones semanales

Otras movilizaciones se llevaron a cabo ayer en numerosas localidades de Euskal Herria. En la concentración de Gasteiz, desde donde poco después partió un autobús hacia Zaballa, participaron 545 personas. En Tafalla lo hicieron 50; 30 en Lezo; 58 en Bergara; 64 en Lazkao; 70 en Etxarri Aranatz; 43 en Lizartza; 36 en Getaria; 33 en Lizarra; 36 en Agurain; 225 en Ondarroa; 113 en Lekeitio; 23 en Zegama; 25 en Mundaka; 50 en Deba; 16 en Berriz; 46 en Ugao; 180 en Orereta; 181 en Zarautz; 98 en Algorta; 12 en Legutio; 55 en Oñati; 40 en Elgoibar; 225 en Hernani; 90 ante Sabin Etxea, en Bilbo; 126 en Iruñea; y 31 en Amara y 130 en Alde Zaharra de Donostia.

El jueves, fueron 85 en Eibar y también 85 en el barrio iruindarra de Iturrama. En Alde Zaharra de Bilbo se hizo un recibimiento al expreso Aitor Lorente.

Agresión en Fontcalent

Por otro lado, fuentes de organismos antirrepresivos han informado a este diario sobre la identidad de dos presuntos agresores que atacaron recientemente a Aitor Liguerzana en la cárcel alicantina de Fontcalent. Según señalaron, el recluso que clavó un punzón en la espalda al preso gasteiztarra respondería al nombre de Jaime Jiménez, mientras que otro apellidado Amador Moreno habría sido el instigador de la acción.

Los hechos ocurrieron el pasado 28 de junio, hacia las 10.30 de la mañana, cuando estaba a punto de finalizar la hora de patio.