Está pasando Le Tour y parece que no existiera. El ciclismo está de capa caída. Un día vemos a Indurain apadrinando a un líder con palabras huecas. Otro nos cuentan la expulsión de un nuevo ciclista que ha dado positivo. Los Pirineos están ahí, pero no hay tanta concurrencia. La competencia entre segundones no despierta mucho interés. TVE no ha puesto toda la carne en el asador. No tiene carne, ni chorizo para asar. Bueno chorizos sí, pero asarlos sería inquisitorio. Ya están ellos para cortar, manipular, tergiversar las noticias. Ya se nota la mano del nuevo caimán. Cuando pase el verano veremos a los nuevos rostros de la etapa negra del ente que se nos antoja total.

De momento ya hay vía libre para privatizar las cadenas autonómicas. Atentos a la pantalla, van a producirse novedades en breve. Es el capricho más caro de las autonomías y no está claro que aseguren mayorías para seguir gobernando los servicios informativos de partido y consigna. Sí crean un cortocircuito entre la realidad y la ciudadanía, pero con un mando a distancia en la mano la fidelidad es por obligación no por vocación. Algunas autonomías van a correr para sacase esta rémora de encima. Además se la pasarán a sus correligionarios y amigos con lo que a cobertura partidista queda asegurada

Andan cabreados los de Antena 3 y La Sexta porque la Comisión Nacional de Competencia, es decir una instancia ministerial que se supone vela por la libre competencia y las condiciones del mercado, les está poniendo muchas pegas para su fusión. Se quejan de que a Tele 5 no le impidieron hacer lo que ahora parece les niegan a ellos. El duopolio de cadenas comerciales se va a imponer, por las buenas o por las malas, a lo que hay que añadir las autónomas privatizadas, las autónomas perdidas en el pasado, más todo ese desbarajuste de los canales de la TDT que es el gran fracaso de los últimos tiempos ya que no ha servido para casi nada más que para crear una acumulación de teletiendas y repeticiones de películas y series, lo que nos deja a los clientes cada vez más cansados de buscar y no encontrar nada en el dial que nos interese. El modelo está roto, pero nadie lo arregla.