Público.es | Juan Carlos Escudier, 2012/7/14
No hay quien se crea lo de Andrea
En ocasiones hay que ser un poco bancos y no dar crédito, ser como santo Tomás y desconfiar de las evidencias, de las llagas en las manos y de las heridas de lanza romana, por mucho que uno haya visto moverse aquellos labios mientras dibujaban el sonido sordo, velar y fricativo de la jota en ese «que se jodan» que ya ha quedado escrito para la posteridad en su entrada de la Wikipedia.
(...) Una Fabra como ella lleva la política en la sangre, y no se le ocurriría cometer semejante desliz. Los Fabra pueden insultar a los periodistas o llamar «hijo de puta» al portavoz municipal del PSOE, pero no desear que les den a los parados de esa forma tan explícita, que esos vagos siempre le merecieron mucho respeto a ella y a sus congéneres más próximos. De ahí que haya que aceptar su palabra cuando jura y perjura que el «que se jodan» iba dedicado a los socialistas(...).
Lo de Andrea, en consecuencia, no hay quien se lo crea. Exigir su renuncia es una muestra más de la impotencia de la oposición, que carece de argumentos para criticar a un Gobierno que en tiempo récord ha sido capaz de desguazar el Estado del bienestar y conseguir que el país sea intervenido por Europa. Como no pueden meterse con Rajoy, se ensañan con Andrea y ponen en su boca esas tres malditas palabras suyas. «Que se jodan», en realidad, lo dice todo de esta mujer y del lugar que se asigna en el mundo, mucho más que los discursos que jamás pronunció o de las iniciativas que nunca presentará, ni falta que hace. El «que se jodan» es un estilo de vida. El de los Fabra.